V-153. - ESPECTRO CLÍNICO DE LAS PANCREATITIS AGUDAS ETÍLICAS
Servicio de Medicina Interna. Hospital de Antequera. Antequera (Málaga).
Objetivos: El etilismo crónico es una de las causas más frecuentes de pancreatitis aguda. Conocer la expresividad clínica específica de las pancreatitis agudas de origen etílico (PAE) e identificar diferencias evolutivas y factores pronósticos.
Métodos: Estudio caso-control. Del total de 480 casos de pancreatitis agudas diagnosticadas en nuestro centro durante un periodo de 5 años (2008-2012) se seleccionaron las PAE: aquellas que cumplían criterios definidos de pancreatitis aguda y se asociaban a un consumo de alcohol activo de al menos 80 gr/día, sin otra causa aparente de las mismas. Por cada caso se incluyeron como controles tres pancreatitis aguda de origen biliar (PAB) diagnosticadas consecutivamente a cada caso de PAE. Se recogieron datos demográficos, epidemiológicos, situación funcional, comorbilidad asociada, manifestaciones clínicas, parámetros de laboratorio, pruebas de imagen (Rx, ecografía y TAC) y variables evolutivas. Para los hallazgos del TAC abdominal se siguió la clasificación de Balthazar. Se definió PA grave aquella que presentó algunas de las siguientes: síndrome distrés respiratorio adulto, deterioro hemodinámico con necesidad de apoyo inotrópico y fallo multiorgánico. Se recogieron las complicaciones tardías: necrosis infectada, pseudoquiste y absceso pancreático. Se utilizaron criterios de gravedad definidos, entre otros, APACHE-II y Ranson. En el análisis se realizó el test de chi cuadrado para comparar proporciones y t de Student para comparar medias.
Resultados: Del total de casos de pancreatitis agudas, 62 (12,9%) fueron PAE. Fueron más frecuentes en varones (95,2% por 44,9%; p < 0,05) y tenían una edad media más baja comparadas con las PAB (47,9 años por 70,3 años; p < 0,05). Los pacientes con PAE tenían más frecuentemente comorbilidades concomitantes (88,7% por 57,2%; p < 0,01). No hubo diferencias en cuanto a las manifestaciones clínicas ni hallazgos exploratorios, sin embargo ingresaron más frecuentemente en UCI los pacientes con PAE (16,1% por 6,2%; p < 0,05). Respecto a las pruebas de laboratorio, los casos de PAE tienen una significativamente menor elevación de las cifras de amilasa, lipasa, bilirrubina y transaminasas. En cuanto a pruebas de imagen (TAC abdominal) las PAE tuvieron formas más graves (grado E de Balthazar) que las PAB (17,7% por 8,8%; p < 0,05). No hubo diferencias respecto a los diversos criterios de gravedad como 3 o más criterios de Ranson (21% por 31,6%; p = NS) y puntuación APACHE > 8 (17,7% por 19,3%; p = NS). El 8,1% de las PAE evolucionaron de forma grave, por el 7,2% de las PAB (p = NS). El manejo terapéutico fue fundamentalmente médico precisando solo en el 1,6% de los casos dreje o cirugía (similar a las PAB). En cuanto a las complicaciones tardías ocurrieron 12,9% de las PAE por el 6,2% de las PAB (p = NS).
Discusión: En el presente trabajo hemos analizado las PAE. Ocurren en pacientes más jóvenes y mayoritariamente varones cuando se comparan con las PAB, que son la primera causa de pancreatitis aguda. Sin embargo, a pesar de que epidemiológicamente el perfil de pacientes es diferente, no tienen una expresividad clínica muy diferente ni comportan un peor pronóstico.
Conclusiones: Las pancreatitis aguda de origen etílico tienen un espectro clínico y un curso evolutivo muy similar al resto de pancreatitis agudas, a pesar de que aparecen en pacientes generalmente varones y más jóvenes.