V-6. - CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE PACIENTES INGRESADOS POR FRACTURA DE CADERA
Servicio de Medicina Interna. Hospital Nuestra Señora de Valme. Sevilla.
Objetivos: Conocer las características clínicas de los pacientes ingresados por fractura de cadera en nuestro hospital.
Métodos: Se realizó un estudio descriptivo incluyendo todos los pacientes ingresados por fractura de cadera del 1 de enero de 2011 al 30 junio de 2012. Se recogieron características sociodemográficas, como el sexo, la edad o el domicilio habitual (particular o centro asistido), situación basal previa a la fractura según el índice de Barthel, comorbilidad según el índice de Charlson, variables relacionadas con la cirugía, como el tipo de fractura y de intervención quirúrgica, el riesgo anestésico según la clasificación ASA y las complicaciones ocurridas tras la cirugía.
Resultados: Se incluyeron un total de 316 pacientes. La edad mediana fue de 83 (77-87) y 233 (74%) eran mujeres. Treinta y ocho (12%) de los sujetos procedían de un centro de larga estancia. Respecto a la situación funcional basal, 174 (55%) tenían un Barthel < 60. Entre ellos, 44 (14%) tenían una mayor dependencia en su actividad diaria con movilidad limitada y vida cama-sillón. Según el índice de Charlson, 158 (50%) tenían una baja comorbilidad (índice de Charlson 0-1), 117 (37%) una puntuación entre 2-4 y 41 (13%) tenían una puntuación > 5. Entre los antecedentes más frecuentes recogidos, 114 (36%) de los sujetos eran diabéticos y 82 (26%) tenían una demencia. Tras el ingreso, sólo 15 (5%) pacientes no fueron intervenidos. De entre los 301 sujetos sometidos a intervención quirúrgica, un 62% presentaban una fractura extracapsular. Los datos del estudio preoperatorio muestran que 161 (54%) tenían un riesgo quirúrgico moderado correspondiente a un valor ASA III, 89 (30%) eran de bajo riesgo (ASA II) y sólo 7 (2%) obtuvieron un valor ASA I previo a la intervención. Se registraron 15 (5%) casos de neumonía durante el primer mes tras la intervención quirúrgica. En los días posteriores a la intervención quirúrgica, se realizaron transfusiones sanguíneas a 36 (12%) de los sujetos intervenidos.
Discusión: La gran mayoría de los pacientes con fractura de cadera reciben tratamiento quirúrgico como está indicado en las principales guías de práctica clínica pese a la existencia de múltiples comorbilidades y un alto riesgo quirúrgico. Sería importante analizar la situación funcional residual y la mortalidad de estos pacientes a corto-medio plazo tras la intervención quirúrgica.
Conclusiones: La fractura de cadera es una patología que afecta predominantemente a personas de edad avanzada, con elevada comorbilidad, deterioro de la situación funcional previa y que presentan un alto riesgo quirúrgico, siendo las complicaciones posquirúrgicas más frecuentes la anemización con necesidad transfusional y la aparición de neumonía.