V-22. - AUMENTO DE MARCADORES TUMORALES EN PACIENTES ASINTOMÁTICOS
Servicio de Medicina Interna. Hospital Residència Sant Camil. Sant Pere de Ribes (Barcelona).
Objetivos: Conocer los motivos por los que se han solicitado marcadores tumorales (MT) a pacientes asintomáticos. Analizar las características clínicas de este grupo de pacientes tras su evaluación en un Servicio de Medicina Interna.
Métodos: Durante el periodo de 7 años (2006-2012) se han registrado de forma prospectiva todos los pacientes asintomáticos que fueron remitidos para el estudio de algún MT elevado. Según un protocolo previamente establecido se han evaluado las siguientes variables: sexo, edad, procedencia (atención primaria, urgencias, consultas externas), criterios de indicación analítica del MT, número de pruebas realizadas, tipos y valores del MT y patologías identificadas en el estudio.
Resultados: Se registraron 77 pacientes, 34 hombres (44%), con una edad media de 59,1 años (38-86). La principal procedencia fue Atención Primaria con 51 casos (66%). Se realizó una media de 2,4 pruebas por paciente (0-4). Los principales MT fueron, el CEA en 44 casos (57%), el CA 19,9 en 17 (22%) y el aumento de dos MT en 8 (10%). Se diagnosticó de cáncer a 13 pacientes (16,8%); 6 casos (13,6%) en el estudio del CEA, 2 casos (11,7%) en el estudio del CA 19,9 y 4 (57%) ante la presencia de dos MT. El 98% de los pacientes sin cáncer (63/64 casos) o bien eran fumadores (41%) y/o tenían alguna enfermedad crónica (59%). En 61 casos (79%) el MT fue solicitado sin una clara indicación diagnosticándose de cáncer a dos pacientes. Cuando se solicitaron para el control de recidiva y seguimiento de un MT elevado, se diagnosticó cáncer en el 100% (5/5) y 75% (3/4) de los casos respectivamente. El tabaquismo se asoció en 26 casos (59%) al aumento del CEA y la hepatopatía crónica en 5 casos (29%) al del CA 19,9. Ante la presencia de algún factor predisponente (tabaquismo y/o enfermedad crónica) el aumento del CEA < 20 μg/ml no se asoció con ninguna neoplasia. Por el contrario, ante la presencia de dos MT elevados, circunstancia que se relacionó con una mayor proporción de neoplasias (57%), los valores del CEA fueron variables, dos casos < 10 μg/ml y un caso < 15 μg/ml. En cuanto al CA 19,9 en 10 casos (59%) las cifras fueron < 100 U/ml y en 4 (24%) entre 100 y 250 U/ml, no hallando en ninguno de ellos enfermedad maligna.
Discusión: A pesar de que la utilidad e indicaciones de los MT están establecidas (detección recidivas, monitorización del tratamiento, indicador pronóstico) es un hecho real su frecuente e inadecuada utilización. Si bien son conocidas las asociaciones de los MT con procesos benignos, son escasos los estudios en pacientes asintomáticos. Nuestra serie a parte de corroborar su inadecuada utilización aporta varias peculiaridades. La mayor parte de la población estudiada se caracterizó por ser fumadora y/o tener alguna enfermedad crónica, tratándose pues de un colectivo con un estado de salud relativo. A pesar de las limitaciones del estudio por el tamaño de la muestra, destacamos por lo que respecta al aumento del CEA que cifras < 20 μg/ml no se asociaron con cáncer, en contraposición a lo referido en la literatura que suele correlacionar una mayor probabilidad de cáncer cuando es > 10 μg/ml. Posiblemente la situación basal de tabaquismo y/o patologías de base podrían estar relacionados con este hecho. Otro dato que creemos podría ser de interés, si se confirmase en casuísticas más extensas, es la mayor proporción de cáncer ante la asociación de dos MT aumentados, independientemente del valor analítico.
Conclusiones: 1. La determinación sin criterios clínicos de MT a pacientes asintomáticos no aporta beneficios y sí un alto grado de confusión y utilización inadecuada de recursos. 2. El conocimiento del amplio espectro de enfermedades benignas que pueden hacer aumentar los MT, posiblemente reduciría la frecuente solicitud de esta determinación analítica.