V-23. - HIPOTERMIA TERAPÉUTICA POR PARADA CARDÍACA. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y PRONÓSTICO DE PACIENTES. UN ESTUDIO EN NUESTRO MEDIO
Servicio de Cardiología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete.
Objetivos: En España se estima que producen cada año entre 24.000 y 50.000 paradas cardíacas, y que en adultos el 90% podrían corresponder a muertes súbitas cardíacas. A pesar de que el número de ingresos por parada cardiorrespiratoria (PCR) no es cuantitativamente muy importante, el impacto asistencial si lo es, dado que las complicaciones cardiológicas y sobre todo las neurológicas, condicionan el pronóstico vital y funcional de los pacientes. En estas situaciones, la optimización de los algoritmos de reanimación cardiopulmonar (RCP), la utilización precoz de desfibrilador externo semiautomático (DESA) y la desfibrilación temprana, la mayor disponibilidad del intervencionismo coronario percutáneo y los cuidados post-reanimación por medio de hipotermia terapéutica llevada a cabo en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) tienen por objetivo reducir esas complicaciones y mejorar el pronóstico vital a corto y medio plazo. Nuestro objetivo es definir las características demográficas y evaluar el pronóstico a corto plazo y mortalidad hospitalaria, de un grupo de población de nuestro medio sometido a hipotermia terapéutica entre 32-34 oC en una UCI tras una PCR.
Métodos: Estudio prospectivo observacional en el que se incluyen de manera consecutiva a todos los pacientes que ingresaron en las Unidades de Cuidados Intensivos de nuestro centro por PCR desde el 2009 al 2013. Se registraron las variables demográficas, el manejo realizado y se evaluó el pronóstico a corto plazo.
Resultados: Durante un período de 4 años, se recogieron 68 pacientes con PCR de manera prospectiva, el 70% de pacientes con PCR extrahospitalaria, con una edad media de 60 años, siendo el 62% varones, el 62% HTA, 30% DM tipo 2, 31% dislipémicos y el 35% fumadores activos. Dentro de sus antecedentes cardiológicos el 14,7% presentaban cardiopatía isquémica crónica, estando el 10% revascularizados. El 10,4% tenían miocardiopatía (MCP) conocida (3% MCP dilatada, 3% MCP hipertrófica y 4,4% MCP hipertensiva) y el 1,5% de pacientes con antecedentes familiares de muerte súbita cardíaca. Analizando la casuística inicial de la PCR un 67,6% fue cardiológica, presentándose un 50% como síndrome coronario agudo con elevación del segmento (SCACEST). Entre el 32,4% restante con causa no cardiológica destacan el tromboembolismo pulmonar, tóxicos, hipoxia, alteraciones electrolíticas, electrocución, cetoacidosis diabética, sepsis e hipovolemia por sangrados. La estancia media en UCI fue de 10 días y la media hospitalaria total fue de 16,72 días, con un 45,6% de mortalidad intrahospitalaria. El estado neurológico al alta se evaluó según la escala de Glasgow-Pittsburgh, encontrando que el 50% de los pacientes no presentaba secuelas, 3% presentaba discapacidad grave y 1,5% eran dependientes para todo.
Discusión: La implementación de la hipotermia moderada ha supuesto un gran avance en cuanto a pronóstico vital y funcional de los pacientes, aunque la mortalidad a corto plazo continúa siendo elevada. En los últimos años se han realizado numerosos estudios en relación con estos programas evaluando las distintas técnicas, tiempos y temperatura objetivo, por lo que es de esperar que el perfeccionamiento de las técnicas repercutan en una mejor atención y mejor pronóstico de estos pacientes, como en un abaratamiento de los costes.
Conclusiones: El desarrollo de programas de hipotermia moderada en pacientes tras PCR mejora el pronóstico vital, funcional y neurológico de los pacientes.