I-41. - CARACTERÍSTICAS DE LAS BACTERIEMIAS DE UN HOSPITAL TERCIARIO
Servicio de Medicina Interna. Hospital de Navarra. Pamplona/Iruña. Navarra.
Objetivos: Estudio retrospectivo descriptivo de las bacteriemias diagnosticadas en Urgencias del Hospital de Navarra.
Métodos: Se revisan los hemocultivos extraídos en Urgencias durante febrero y marzo de 2014. Se toman como parámetros: filiación, factores de riesgo, adquisición, foco, clínica, resultados analíticos-microbiológicos, tratamiento antibiótico y evolución clínica.
Resultados: Se extrajeron 76 hemocultivos, de los cuales el 77,6% resultaron positivos. 46 fueron varones y 13 mujeres, con una edad media de 70 años. El 57,6% eran pacientes inmunodeprimidos y el 27,1% se encontraban bajo tratamiento inmunosupresor. La adquisición fue principalmente comunitaria (50,8%) o asociada a los sistemas de salud (45,8%). El foco de origen más frecuente fue digestivo (38,9%), seguido de urinario (16,9%) y respiratorio (10,2%). En un 15,2% era desconocido. El motivo principal de consulta fue la fiebre en el 50,8%; otros fueron clínica digestiva (13,6%), disnea (8,4%), focalidad neurológica (6,8%) o malestar general (5,1%) 37 pacientes (62,7%) cumplían criterios de sepsis, 13 (22%) de sepsis grave y 10 (16,9%) de shock séptico. La leucocitosis fue el dato analítico predominante (52,5%, valor medio 18.619/mm3) De 27 individuos con gasometría 18,5% presentaron acidosis metabólica y 22,2% hiperlactacidemia (valor medio 63,5 mg/dl). De 39 casos con PCR, resultó elevada en el 97,4% (valor medio 130,9 μg/l). La procalcitonina (PCT) se midió en 23, alcanzando valores > 2 μg/l en el 47,8% (valor medio 12,3 μg/l). Los pacientes ingresaron en Medicina Interna (20,3%), seguido de Oncología (15,2%) y Digestivo (13,6%) Un 10,2% fueron dados de alta y 6 requirieron ingreso en UCI. El microorganismo aislado con mayor frecuencia fue E. coli en el 49,1%, ocupando el segundo, tercer y cuarto puesto, Streptococco (16,9%), Klebsiella (11,9%) y S. aureus (10,2%) respectivamente. En un 11,9% fue polimicrobiana. De los 56 pacientes tratados, el 69,6% recibieron monoterapia y el 30,4% tratamiento combinado. Los fármacos más empleados fueron fluorquinolonas (35,7%), seguido de piperacilina-tazobactam (21,4%) y cefalosporinas de 3ª generación (19,6%) Tras los resultados del antibiograma, se sustituyó el antibiótico previo en 29 pacientes. El 17,2% de cepas de E. coli fueron productoras de BLEE y un 27,6% resistentes a quinolonas. La duración media del tratamiento fue de 14,7 días. La mortalidad fue del 13,56%.
Discusión: La bacteriemia es una patología emergente, con una incidencia poblacional de 200-300/100.000 habitantes/año. Como en nuestro caso, predomina en varones (77,9%) de edad avanzada (86,4% mayores de 65). Los focos de infección más frecuentes suelen ser el tracto urinario, las vías respiratorias y la cavidad abdominal, destacando éste último en nuestro estudio. Aunque actualmente la prevalencia de sepsis por gram positivos y negativos se asemeja (47% vs 32%), en esta muestra los gram negativos suponen más del 75%, debido a la elevada comorbilidad y a la superioridad de la adquisición comunitaria o asociada a los sistemas de salud sobre la nosocomial. A pesar de un número elevado de pacientes con criterios de sepsis, se determinaron parámetros gasométricos y procalcitonina en menos del 50%. Los datos de laboratorio demuestran mayor sensibilidad de la PCR y mayor especificidad de la PCT. La E. coli es el microorganismo más frecuentemente aislado. El fracaso de la elección de la terapia empírica fue casi del 50%, en relación a la resistencia de E. coli a quinolonas y a cepas productoras de BLEE.
Conclusiones: Medicina Interna asume la quinta parte de los ingresos debidos a bacteriemias. El sexo masculino, la edad avanzada y la comorbilidad predisponen a un mayor riesgo de infección. La etiología más frecuente son los bacilos gram negativos entéricos, principalmente E. coli. La leucocitosis, PCR y PCT son los parámetros de laboratorio de mayor utilidad. Debido al riesgo de resistencias a betalactámicos y quinolonas, el tratamiento empírico más adecuado de la infección con criterios de gravedad podría ser un carbapenem.