1791 - CONSULTA MONOGRÁFICA PRESENCIAL DE PACIENTES CON SINTOMATOLOGÍA CARDIOVASCULAR PERSISTENTE TRAS LA COVID-19: ¿UNA SOLUCIÓN A LA SOBRESATURACIÓN DE LOS SERVICIOS DE URGENCIAS Y ATENCIÓN PRIMARIA?
Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca.
Objetivos: La pandemia por el virus SARS-CoV-2 ha supuesto una sobrecarga del sistema sanitario, obligando a una reestructuración rápida de la asistencia, especialmente de los servicios de urgencias y atención primaria. Además de la presión hospitalaria, existe un número creciente de pacientes que desarrollan síntomas tras la fase aguda, denominados pos-COVID, dentro de los que destacan los cardiovasculares. En este estudio se muestran los resultados de una consulta monográfica presencial dedicada a la atención de pacientes con síntomas cardiovasculares tras la COVID-19.
Métodos: Se trata de un análisis prospectivo y observacional, en el que se incluyeron pacientes derivados desde los servicios de urgencias y atención primaria por síntomas cardiovasculares tras la infección por SARS-CoV-2. Todos los pacientes fueron valorados de forma presencial, con electrocardiograma y ecocardiograma transtorácico. En el análisis, se recogieron las características basales, sintomatología, diagnóstico en consulta, pruebas realizadas y seguimiento posterior.
Resultados: Un total de 207 pacientes fueron derivados desde los servicios de urgencias y atención primaria a una consulta de cardiología dedicada a la atención de pacientes con síntomas cardiovasculares tras la COVID-19 entre junio de 2020 y marzo de 2021. La edad media fue de 48,9 años (DE = 13,7), y el 60,9% fueron mujeres. El 63,3% de los pacientes fueron derivados desde atención primaria. El motivo de consulta más frecuente fue el dolor torácico (43%), seguido de la disnea (29,5%). En un 40,6% de los pacientes no se objetivó afectación cardiovascular, mientras que el diagnóstico más frecuente fue el de pericarditis (37,2%). En un 69,7% de los casos no se solicitaron ulteriores pruebas diagnósticas. Un 65,2% de los pacientes fueron dados de alta en la primera consulta. Solo 2 pacientes (0,01%) volvieron a precisar atención urgente por este motivo tras la consulta en cardiología.
Total (N = 207) |
Atención primaria (N = 131) |
Urgencias (N = 76) |
|
Variables demográficas |
|||
Edad (años) |
48,9 ± 13,7 |
51,1 ± 11,4 |
45,8 ± 16,9 |
Mujeres |
126 (60,9%) |
88 (67,2%) |
38 (50%) |
Hospitalización por COVID-19 |
67 (32,4%) |
45 (34,4%) |
22 (28,9%) |
Comorbilidades |
|||
Hipertensión arterial |
17 (8,2%) |
10 (7,6%) |
7 (9,2%) |
Dislipemia |
19 (9,2%) |
14 (10,7%) |
5 (6,6%) |
Diabetes |
7 (3,4%) |
4 (3,1%) |
3 (3,9%) |
Tabaquismo activo |
44 (21,3%) |
34 (26%) |
10 (22,7%) |
Cardiopatía previa |
6 (2,4%) |
3 (2,3%) |
2 (2,6%) |
Atención durante la fase de infección |
|||
Ingreso en UCI |
7 (3,4%) |
5 (3,8%) |
2 (2,6%) |
Ventilación mecánica |
3 (1,9%) |
3 (2,9%) |
0 |
Tiempo desde la infección a consulta |
84,2 ± 51,8 |
90,7 ± 53 |
73,2 ± 48,1 |
Sintomatología en consulta |
|||
Dolor torácico |
89 (43%) |
45 (34,3%) |
44 (57,9%) |
Disnea |
61 (29,5%) |
42 (32,1%) |
19 (25%) |
Palpitaciones |
52 (25,1%) |
40 (30,5%) |
12 (15,8%) |
Pruebas realizadas |
|||
Electrocardiograma (ECG) |
207 (100%) |
131 (100%) |
76 (100%) |
Ecocardiograma |
207 (100%) |
131 (100%) |
76 (100%) |
Resonancia magnética cardíaca |
29 (19,1%) |
18 (18,9%) |
11 (19,3%) |
Monitorización 24 horas |
20 (13,1%) |
13 (13,7%) |
7 (12,3%) |
Diagnóstico final |
|||
Pericarditis |
77 (37,2%) |
38 (29%) |
39 (50,6%) |
Miocarditis |
6 (2,9%) |
1 (0,8%) |
5 (6,6%) |
Taquiarritmias |
31 (14,98%) |
25 (19,1%) |
6 (7,9%) |
Tromboembolismo pulmonar |
2 (1%) |
0 |
2 (2,6%) |
Ausencia de cardiopatía objetivable |
84 (40,6%) |
63 (48,1%) |
21 (27,6%) |
Alta |
135 (65,2%) |
83 (63,4%) |
52 (68,4%) |
Conclusiones: La presencia de síntomas cardiovasculares persistentes tras la COVID-19 es frecuente, lo que genera visitas recurrentes en las consultas de atención primaria y urgencias. La organización de una consulta especializada para la atención a estos pacientes permite identificar a los pacientes con enfermedad cardiovascular que puedan beneficiarse de un tratamiento, y previene la sobrecarga asistencial de los servicios de urgencias y atención primaria.