723 - CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LOS PACIENTES CON INFECCIÓN POR SARS-CoV-2 Y VACUNACIÓN COMPLETA INGRESADOS EN EL SERVICIO DE MEDICINA INTERNA DEL HOSPITAL REINA SOFÍA
1Unidad de Lípidos y Arterioesclerosis. Servicio de Medicina Interna. Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC). Hospital Universitario Reina Sofía. Universidad de Córdoba. Córdoba. 2CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN). Instituto de Salud Carlos III. Madrid.
Objetivos: La campaña de vacunación para SARS-CoV-2 se inició en España a final de diciembre de 2020. Las vacunas tienen una eficacia para prevenir la infección del 70 al 95%. Nuestro objetivo es describir las características clínicas de los pacientes con vacunación completa que han ingresado en el servicio de Medicina Interna durante el período de enero a junio de 2021.
Métodos: Se analizaron las características clínicas y el estado vacunal de todos los pacientes con infección por SARS-CoV-2 (COVID-19) confirmada ingresados en el servicio de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía desde el 15 de enero de 2021 hasta el 22 de junio. Se comparó las variables demográficas y la presencia de comorbilidades entre los pacientes que habían completado la vacunación y los que no.
Resultados: Un total de 607 pacientes con COVID-19 ingresaron en el servicio de Medicina Interna desde el 15 de enero al 22 de junio de 2021. El 3,1% (n = 19) estaban vacunados de forma completa y el 10,4% (n = 63) habían recibido solo la 1º dosis de la vacuna. La vacuna más prevalente fue BNT162b2 (88,9%). El motivo de ingreso fueron síntomas secundarios a COVID-19 en el 94,4% de los pacientes. La media de días transcurridos desde la última dosis de vacunación hasta el inicio de síntomas fue de 48,8 ± 37,3 días. De los pacientes vacunados, 3 iniciaron síntomas antes de haber transcurrido 10 días tras la vacunación. La edad media fue mayor en el grupo de pacientes vacunados (73,3 ± 12,2 años vs. 84,8 ± 7,7 años; p < 0,001). No hubo diferencias entre los grupos en cuanto a la presencia de hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipemia, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar ni ictus previo. Los pacientes vacunados presentaron una mayor prevalencia de enfermedad renal (11,1% vs. 2,4%; p = 0,004), demencia (8,8% vs. 2,5%; p = 0,03), fallo cardíaco (9,4% vs. 2,1%; p = 0,01) y cáncer activo (11,1% vs. 2,6%; p = 0,02). El 44,4% de los pacientes con vacunación completa falleció durante el ingreso.
Discusión: El inicio de la vacunación en la población anciana ha condicionado una disminución de los ingresos de este grupo de edad. No obstante, nos encontramos ante una población frágil que no está exenta de la posibilidad de infección. Aunque la incidencia de COVID-19 confirmado con necesidad de ingreso en pacientes vacunados ha sido baja, estos pacientes se caracterizan por ser más ancianos y presentar comorbilidades que condicionan una mayor fragilidad.
Conclusiones: En nuestra población, los pacientes vacunados con COVID-19 y necesidad de hospitalización eran mayores y presentaban mayor prevalencia de enfermedad renal, fallo cardíaco, demencia y cáncer activo. Es necesario seguir analizando las características clínicas de los pacientes vacunados que presentan COVID-19 con el fin de identificar aquellos factores que condicionen un riesgo aumentado de ingreso hospitalario a pesar de la vacunación.