548 - IMPACTO DE LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN DE CONTAGIOS IMPLANTADAS POR LA SITUACIÓN DE PANDEMIA EN LOS AISLAMIENTOS POR BACTERIAS GRAM POSITIVAS
Hospital de Fuenlabrada. Fuenlabrada. Madrid.
Objetivos: Valorar si existe una modificación en la incidencia de infecciones por bacterias gram positivas (BGP) comparando la situación inmediatamente antes de la pandemia con la posterior a la implantación de medidas a nivel comunitario y hospitalario. Para ello, escogemos un período en el que la prevalencia de infección por SARS-CoV-2 no se encontraba en su pico máximo pero que se corresponde con unas condiciones climáticas y ambientales similares al otro período analizado.
Métodos: Criterios de inclusión: aislamiento en cultivo de muestras biológicas de BGP entre enero y febrero de 2020 (período pre-COVID) y entre noviembre y diciembre de 2020 (período COVID). Criterios de exclusión: sospecha de contaminación por características del microorganismo o de la muestra. Estudio descriptivo retrospectivo.
Resultados: Durante el período pre-COVID se aislaron en total 444 BGP, de los cuales 426 fueron cocos y 16 bacilos. De ellos, el más frecuente fue el Staphylococcus aureus con 118 casos (27% de las BGP), seguido del Enterococcus faecalis con 66 casos (15% de las BGP) y el Staphylococcus epidermidis 52 casos (12% de las BGP). Durante el período "COVID" se aislaron en total 424 BGP, de los cuales 407 fueron cocos y 17 bacilos. De ellos, el más frecuente fue el S. aureus con 117 casos (28% de las BGP), seguido del S. epidermidis con 73 casos (17% de las BGP) y el E. faecalis con 58 casos (14% de las BGP). La incidencia por ello fue un 5% mayor durante el primer período (p > 0,05), siendo en ambos casos el S. aureus el microorganismo más frecuente.
Discusión: Comparando ambos períodos de tiempo, no se observan diferencias estadísticamente significativas que sugieran un impacto en la incidencia total de infecciones por GP en la población a estudio. Llama la atención que el E. faecalis, asociado típicamente a transmisión por medio de las manos del personal sanitario, disminuyese su incidencia y sin embargo la de S. epidermidis, relacionado en cambio con la obtención de accesos venosos, aumentase. Es posible que esta diferencia se deba al aumento del número total de ingresos en este período, por lo que puede que la incidencia de S. epidermidis se haya mantenido estable aun aumentando su número absoluto, pero no disponemos de datos suficientes para realizar de forma fehaciente dicha afirmación. El estudio además se encuentra limitado porque no todas las muestras corresponden al mismo líquido biológico y no se han analizado otros factores como el número de colonias aisladas. Sería interesante realizar un análisis por subgrupos para ver si los distintos aislamientos se corresponden a unas características demográficas concretas, al igual que una comparación con los aislamientos descritos en el boletín epidemiológico madrileño de cara a realizar un estudio de posibles factores de riesgo para este tipo de infecciones asociados a dicha población.
Conclusiones: No se observan diferencias en cuanto a la incidencia total de infecciones por BGP, pero es posible que la mejoría en la higiene de manos derivada de la situación de pandemia haya modificado la frecuencia relativa de los distintos microorganismos.