V-259 - CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES CON ESCLEROSIS TUBEROSA ATENDIDOS EN LA UNIDAD MULTIDISCIPLINAR DE UN HOSPITAL DE TERCER NIVEL
Medicina Interna. Hospital General Universitario de Alicante. Alicante.
Objetivos:Describir las características clínicas, genéticas, complicaciones y tratamiento de la cohorte de pacientes con esclerosis tuberosa (ET) atendida en la Unidad Multidisciplinar (UMET) del Hospital General de Alicante.
Material y métodos:Estudio retrospectivo. Se revisaron los criterios diagnósticos de ET según la Conferencia Internacional de Consenso de 2012, los estudios genéticos realizados, indicación de inicio de tratamiento con everolimus y las complicaciones asociadas de los pacientes atendidos en la UMET del Hospital General de Alicante. Los datos se obtuvieron mediante revisión de las historias clínicas y se analizaron con el programa SPSS v.21.
Resultados:Se incluyeron 7 pacientes: 4 mujeres (57%), con edad media 28 años (R 16-44). La edad media al diagnóstico fue 15 años (R 2-40). Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron, en primer lugar, los angiomiolipomas renales (n = 7, 100%), seguidos de los angiofibromas (n = 6, 86%), displasias corticales: tubérculos corticales y líneas m de la sustancia blanca (n = 5, 71%), los fibromas ungueales o periungueales (n = 4, 57%), las máculas hipopigmentadas (n = 4, 57%), nódulos subependimarios (n = 4, 57%), la linfangioleiomiomatosis (LAM) (n = 2, 29%), lesiones cutáneas en confeti (n = 3, 43%), placas de Shagren (n = 2, 29%), quistes renales múltiples (n = 2, 29%), hamartomas no renales (n = 2, 29%), hamartomas retinianos múltiples (n = 1, 14%), fibromas intraorales (n = 1, 14%). Ninguno de los pacientes presentaba rabdomiomas cardíacos, astrocitomas subependimarios, lesiones en esmalte dental ni placas retinianas acrómicas. El diagnóstico fue definitivo por cumplir 2 criterios mayores o un criterio mayor y 2 menores en todos los pacientes. De los 7 casos, en 2 no se demostró mutaciones para TSC1 ni TSC2, por lo que se diagnosticaron de complejo linfangioleiomiomatosis-angiomiolipoma; de los 5 restantes, 2 presentaron mutación del gen TSC2 (tuberina), en 1 se demostró mutación de novo y en 2 no se dispone aún del resultado. En una paciente se ha realizado diagnóstico preimplantacional, teniendo una hija sana. Las complicaciones asociadas a la enfermedad fueron: hemorragia asociada a angiomiolipomas renales en 2 casos, insuficiencia renal crónica y neumotórax recidivante asociado a LAM en 1 paciente cada uno. 2 pacientes (29%) iniciaron tratamiento con everolimus, siendo la indicación en ambos la presencia de angiomiolipomas renales > 3 cm. Ninguno de ellos ha presentado por el momento toxicidad asociada al tratamiento.
Discusión:La ET es una enfermedad neurocutánea con patrón de herencia autosómica dominante, con penetrancia completa, producida por mutaciones en los genes TSC1 (hamartina) o TSC2 (tuberina). Historia familiar 7-37%. El resto son mutaciones “de novo”. Hay un 15-20% de pacientes que cumplen criterios de ET sin que se haya podido demostrar ninguna mutación en dichos genes. La expresión clínica es variable y las mutaciones condicionan pérdida de función, siendo más severas las mutaciones en TSC2. Se manifiesta con formación de hamartomas benignos en múltiples órganos y sistemas, lesiones neurológicas, renales, cutáneas y pulmonares, retina, corazón e hígado. En los pacientes adultos, que son los que seguimos en nuestra consulta, las manifestaciones renales representan la sintomatología principal y son las que marcan el pronóstico vital en estos pacientes; en la actualidad se dispone de tratamientos con inhibidores de la mTOR que ayudan a la prevención de complicaciones renales. En nuestra serie de casos, las pacientes con LAM en la actualidad no son sintomáticas.
Conclusiones:La ET es una enfermedad sistémica que precisa de manejo multidisciplinar; en nuestro hospital se realiza a través de una comisión intrahospitalaria de ET en la que participan farmacia, nefrología, urología, pediatría, radiología y medicina interna para consejo genético, coordinación de la asistencia, la creación de protocolos y decisión terapéutica consensuada. En adultos con ET, la afectación renal es la principal causa de morbimortalidad pero en la actualidad se dispone de tratamiento médico con inhibidores de mTOR.