I-175 - ANÁLISIS MICROBIOLÓGICO DE TECLADOS Y RATONES EN EL SERVICIO DE MEDICINA INTERNA DE UN HOSPITAL COMARCAL
1Servicio de Medicina Interna. 2Servicio de Microbiología. Hospital Comarcal de la Axarquía. Vélez-Málaga.
Objetivos: Realizar un análisis microbiológico de los equipos informáticos utilizados en el Servicio de Medicina Interna.
Métodos: Se realizó un estudio descriptivo transversal de los teclados y ratones del Servicio de Medicina Interna, analizando las características microbiológicas de los gérmenes, la frecuencia, y el lugar donde se encontraban.
Resultados: El 42,30% de los terminales analizados presentaban contaminación bacteriana. Del total de las bacterias identificadas el 55,56% eran Estafilococos coagulasa negativa (ECN), el 5,56% S. aureus, y el 38,88% B. cereus. De los ECN analizados, el 30% presentaron resistencia a la oxacilina, mientras que los S. aureus analizados fueron en su totalidad (100%) sensibles a la oxacilina. Al analizar el subgrupo de ECN, encontramos que el 30% eran S. epidermidis, 20% S. capitis, 20% S. warneri, 20% S. hominis, mientras que sólo un 10% fueron S. lugdunensis. Al realizar un análisis detallado de los terminales contaminados y el área a la que pertenecían obtuvimos los siguientes resultados: El 66% de los terminales analizados del área de hospitalización médica estaban contaminados, mientras que sólo el 33% de los terminales de enfermería lo estaban; El 100% de los terminales del área de consultas de Medicina Interna y de Neumología estaban libre de contaminación bacteriana; El 33% de los terminales de las consultas de Cardiología y Digestivo estaban contaminados. Todos los estafilococos coagulasa negativa resistentes a la oxacilina se encontraron en el área médica de hospitalización.
Discusión: En la última década ha habido una incorporación progresiva a la práctica médica habitual del ordenador. Éste se ha convertido en la piedra angular respecto a la Historia Clínica del paciente, siendo la herramienta principal para la evolución clínica, petición y visualización de las pruebas complementarias. Por este motivo hay algunos estudios que intentan relacionar estos dispositivos como medio de transmisión de infecciones nosocomiales. Los estudios realizados con anterioridad se han llevado a cabo en unidades de cuidados intensivos o en su defecto a nivel extrahospitalario. La mayoría de las bacterias identificadas se correspondieron con la flora habitual de la piel como son los ECN al igual que en nuestro estudio. Además se detectaron una minoría de bacterias con mayor potencial patogénico como S. aureus, enterococos y bacilos gran negativos, que en nuestro caso no se identificaron salvo S. aureus.
Conclusiones: EL 55,56% de las bacterias identificadas fueron ECN, de ellas un 30% presentaron resistencia a la oxacilina. El 5,56% fueron S. aureus y todos fueron sensibles a la oxacilina. Llama la atención el aislamiento en un 38,88% de B. cereus, una bacteria no habitual de la flora cutánea, causante habitual de infecciones gastroentéricas y cuya presencia en este estudio constituye un resultado sorprendente y de difícil valoración.