V-214 - NUEVA MIRADA MÉDICA A LA GIOCONDA
Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario La Paz. Madrid.
Objetivos: Una de las obras que más han atraído el interés médico es el retrato de la enigmática Gioconda de Leonardo Da Vinci y numerosas son las patologías que se le han atribuido. Nuestro objetivo es, desde una nueva mirada clínica y sirviéndonos de una de sus más célebres copias, La Gioconda expuesta en el Museo del Prado, despojar al personaje de muchas de ellas, contribuyendo a reescribir de nuevo su historia clínica.
Métodos: Estudio retrospectivo revisando en la literatura la bibliografía relacionada con el estudio de la obra de Leonardo y la carga patológica que entraña; y realizando una comparación con los hallazgos encontrados, mediante un exhaustivo ejercicio de inspección y observación, en La Gioconda del Prado.
Resultados: Un diagnóstico atribuido a La Gioconda es el embarazo, atendiendo a los cambios identificados en la cara, el cuello y las manos; y la postura que adopta con los brazos cruzados sobre el regazo. El Dr. Marañón identificó en las manos signos de impregnación vasculolinfática con sensación de frialdad compatibles con una mano hipogenital e insuficiencia ovárica. Respecto a la enigmática sonrisa existen múltiples hipótesis. Una de ellas es una parálisis de Bell que como secuela habría dejado una leve contractura muscular facial. También podría tratarse de una esclerodermia, por el aspecto tenso y adherente de la piel de la cara, cuello, pecho y manos, junto con labios finos y boca fruncida. Otras teorías incluyen bruxismo, falta de piezas dentarias por piorrea o ennegrecimiento secundario a un tratamiento para la sífilis, Gilles de la Tourette, alcoholismo, hipoacusia o incluso oligofrenia. Respecto a la ausencia de pelo y pestañas, podría padecer una alopecia universal debida a estrés, psoriasis, lupus eritematoso sistémico, patología tiroidea, anemia, sífilis, lepra, tricotilomanía y causas locales. En el canto interno del ojo izquierdo, se advierte un xantelasma que, junto con la existencia de un nódulo en el dorso de la mano derecha compatible con un lipoma, es compatible con el diagnóstico de hipercolesterolemia.
Discusión: La réplica de La Gioconda que se expone en el Museo del Prado nos proporciona una apasionante comparación con La Gioconda original del Louvre, puesto que ambas obras se realizaron en el mismo taller al mismo tiempo; ayudándonos a despojar a la obra de gran parte de los diagnósticos que conforman su abigarrada historia clínica. En La Gioconda del Prado persiste el nódulo (probable lipoma) en el dorso de la mano derecha; sin embargo, otras enfermedades se desvanecen. La ausencia de acrocianosis no favorece la hipótesis de la insuficiencia ovárica y mano hipogenital. No tiene asimetría de las comisuras labiales, lo que va en contra de la parálisis facial periférica idiopática de Bell y demás diagnósticos que intentaban explicar dicha mueca. Pierde peso el diagnóstico de esclerodermia ya que, además de que su boca no está fruncida o constreñida, la piel no tiene un aspecto tenso ni adherente. Otros de los diagnósticos que se esfuman es el de la alopecia universal puesto que La Gioconda del Prado tiene cejas y un implante de pelo poco sospechoso de peluca; y el de dislipemia al no visualizarse el xantelasma.
Conclusiones: El retrato de La Gioconda de Da Vinci ha atraído el interés de muchos médicos a lo largo de la historia, que han contribuido con múltiples diagnósticos a conformar una historia clínica realmente compleja. Si comparamos dicho retrato con su réplica del Prado, somos capaces de liberar a joven Gioconda de su carga médica de más de 20 enfermedades.