916 - ANÁLISIS DE HOSPITALIZACIONES POR MALARIA: ESTUDIO OBSERVACIONAL EN LA POBLACIÓN DE ESPAÑA DE 2016 A 2021
Hospital Universitario Rey Juan Carlos, Madrid, España.
Objetivos: Describir las tendencias y las características de los pacientes hospitalizados en España durante 6 años con malaria.
Métodos: Revisión de los casos de malaria importada en nuestro país que ha precisado ingreso hospitalario. Los datos se obtuvieron del Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), en los años 2016-2021, revisándose los episodios que tuvieran un diagnóstico principal o secundario de paludismo, según el código CIE-10-S, B50-54 (B50-Paludismo [malaria] debido a Plasmodium falciparum, B51-Paludismo [malaria] debido a Plasmodium vivax, B52-Paludismo [malaria] debido a Plasmodium malariae, B53-Otras formas de malaria especificadas B54-Paludismo [malaria] no especificado).
Resultados: Durante el periodo de tiempo analizado los casos de malaria pasaron de 810 en 2016 a 283 en 2020, con un posterior aumento a 522 en 2021. Dos de cada tres pacientes están afectados por Plasmodium falciparum. La mitad de estos pacientes ingresan en medicina interna. Un 19% de los pacientes ingresan en Madrid, y un 23% en Cataluña. El 36% son mujeres, un promedio del 10% son niños y un 3% mayores de 70 años. La estancia media es alrededor de 4 y la estancia en UCI de un 8%. La mortalidad global es de 1,1%. En el año de la pandemia (2020) además de la reducción del número de casos, se observó un aumento de la mortalidad en los pacientes ingresados por malaria (0,9 vs. 2,8%, p = 0,03), más pacientes ingresados en UCI y un discreto aumento de la estancia media.
Conclusiones: El número de diagnósticos por malaria en nuestro país se redujo drásticamente el año 2020, en relación con la disminución de la movilidad, volviendo a aumentar discretamente el año 2021, cuando se redujeron las restricciones. La enfermedad afecta sobre todo a varones, jóvenes, y tiene una mortalidad del 1%, que aumentó significativamente en 2020. No podemos saber con nuestros datos si ese aumento de mortalidad está relacionado con diferente calidad de cuidados debido a la saturación del sistema, o a la disminución en la sospecha diagnóstica que pudiera condicionar un retraso en el inicio del tratamiento, o incluso a la presencia de varias enfermedades a la vez.
