I-015 - CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES CON SEPSIS POR ENTEROBACTERIAS PRODUCTORAS DE BETALACTAMASAS DE ESPECTRO EXTENDIDO EN UN SERVICIO DE MEDICINA INTERNA
Medicina Interna. Hospital Universitario de Salamanca. Hospital Clínico. Salamanca.
Objetivos: Describir las principales características y la presencia de factores de riesgo de infección por Enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido (EPBLEE) en pacientes hospitalizados con sepsis por estos microorganismos.
Material y métodos: Se realizó un estudio observacional prospectivo en el que se incluyeron todos los casos de sepsis (criterios Sepsis-3) que presentaran en el momento de la detección una puntuación mayor o igual a 2 sobre el basal en la escala Sepsis related Organ Failure Assessment (SOFA), ingresados en el servicio de Medicina Interna de un hospital de tercer nivel entre abril 2016 y mayo 2018. Se analizaron mediante frecuencia (porcentaje) las variables epidemiológicas y clínicas relacionadas con la infección por EPBLEE. Se compararon mediante pruebas chi cuadrado las diferencias entre pacientes con sepsis por EPBLEE y otros microorganismos. Una p < 0,05 se consideró estadísticamente significativa. Se recibió financiación de la Sociedad Española de Medicina Interna (programa de “Ayudas a la investigación FEMI para jóvenes investigadores”).
Resultados: Se incluyeron 584 casos de sepsis de los cuales 26 (5%) tuvieron infección microbiológicamente confirmada para EPBLEE. El 91% eran mayores de 65 años y el 56% eran hombres. El 50% tenían 2 o más factores de infección por EPBLEE. El 37% procedían de un centro sociosanitario, en el 36% de los casos se trató de una sepsis relacionada con atención sanitaria o nosocomial, el 37% habían recibido antibiótico previo, y el 26% habían ingresado en los 3 meses previos. Los pacientes con sepsis por EPBLEE con mayor frecuencia y de forma significativa, provenían de un centro sociosanitario (81% vs 34%), tuvieron un origen nosocomial o relacionado con atención sanitaria (92% vs 50%), eran portadores de sondaje vesical en el momento de la detección (23% vs 9%), habían recibido antibioterapia en el mes previo a la detección de la sepsis (65% vs 35%), habían ingresado en los 3 meses previos (42% vs 25%) y tenían antecedentes de colonización o infección previa por EPBLEE (27% vs 3%). Los pacientes con sepsis por EPBLEE tuvieron, con mayor frecuencia y de forma significativa, dos o más factores de riesgo para el desarrollo de infección por estos microorganismos (86% vs 48%). Los pacientes con sepsis por EPBLEE tuvieron mayor mortalidad a los 7 y 14 días de la detección de la sepsis, aunque no se alcanzó la significación estadística.
Discusión: En nuestro estudio, se encuentra una alta prevalencia de factores de riesgo de EPBLEE, lo que se corresponde con literatura publicada hasta el momento. Además, en nuestros resultados, la asociación de al menos dos factores de riesgo, fue significativamente más frecuente en los pacientes con sepsis por estos microorganismos. Dado que, según la literatura, la prevalencia de EPBLEE varía de una localización a otra, es importante conocer la epidemiología local para guiar el tratamiento antibiótico empírico, especialmente en caso de infecciones graves y sepsis.
Conclusiones: En nuestro trabajo, destaca la alta prevalencia de factores de riesgo de infección por EPBLEE en pacientes con sepsis. Conocer los datos de la epidemiología local es importante para ayudar a guiar el tratamiento antibiótico empírico.
