RV-121. - IMPORTANCIA DEL TRATAMIENTO ANTICOAGULANTE EN EL PRONÓSTICO CARDIOVASCULAR DE PACIENTES CON FIBRILACIÓN AURICULAR SOMETIDOS A INTERVENCIONISMO CORONARIO PERCUTÁNEO CON IMPLANTE DE STENTS
Servicio de Cardiología. Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga).
Objetivos: Las guías de práctica clínica recomiendan la triple terapia con anticoagulantes orales (ACO) y doble antiagregación durante un periodo de 1 a 6 meses para pacientes con fibrilación auricular (FA) sometidos a intervencionismo coronario percutáneo con implante de stents coronarios (ICP). El empleo de ACO reduce el riesgo de ictus a expensas de aumentar el riesgo hemorrágico. Los episodios de sangrado se asocian a su vez a un peor pronóstico cardiovascular (riesgo de muerte, IAM no mortal, trombosis de stent). Hemos analizado nuestra experiencia clínica para valorar la idoneidad de la triple terapia frente a la doble antiagregación en una población real.
Métodos: Se incluyen los pacientes sometidos a ICP con antecedente o diagnóstico de FA desde enero 2011 a diciembre 2012. Analizamos las características clínicas, tipo de stents coronarios empleados, el tratamiento prescrito al alta hospitalaria y su relación con los eventos cardiovasculares o ECV (muerte de origen cardiovascular, IAM no mortal, trombosis tardías de stent, ictus o AIT y sangrados moderados o mayores). Se emplea Chi-cuadrado para variables cualitativas y t-Student/U de Mann-Whitney para cuantitativas. Las estimaciones de la supervivencia libre de eventos se efectuaron con el método de Kaplan-Meier y se compararon las curvas de supervivencia con el test log-rank.
Resultados: Se incluyen 64 pacientes (76,6% hombres) con edad media de 70,7 ± 9,8 años. El 71,9% son hipertensos, 34,4% diabéticos, el 10,9% tenía antecedentes de ictus o AIT, el 85,9% cardiopatía estructural y el 12,5% valvulopatía significativa. La fracción de eyección del ventrículo izquierdo media era de 52,2 ± 12,4% y la aurícula izquierda de 43,4 ± 1,7 mm. El valor medio de CHADS2 fue de 2,1 ± 1,3, CHA2DS2VASc de 3,7 ± 1,7 y HASBLED de 2 ± 0,6. El 45,3% tenía FA paroxística, frente al 28,1% con FA persistente y 26,6% con FA permanente. Los motivos para el ICP fueron SCASEST (45,3%), SCACEST (32,8%), angina estable (6,3%) e insuficiencia cardiaca (15,6%). El 50% de los pacientes recibieron exclusivamente stents convencionales. El 62,5% recibió triple terapia; el resto sólo doble antiagregación. En el 10,9% de los casos se prescribieron nuevos ACO. Los factores asociados a la prescripción de ACO fueron la presencia de FA al alta (88,9% frente al 39,1% en ritmo sinusal; p < 0,001) y el tipo de FA clínica (38,1% con FA paroxística, 78,6% con FA persistente y 93,3% con FA permanente; p = 0,001). No hubo diferencias significativas con la escalas CHA2DS2VASc (4,1+/-1,6 en pacientes anticoagulados frente a 3,6 ± 1,9 en no anticoagulados; p = 0,38) y HASBLED (2,1 ± 0,6 anticoagulados frente a 1,9 ± 0,7 no anticoagulados; p = 0,41). Tras un seguimiento medio de 6,8 ± 4,4 meses (pérdida de seguimiento del 6,2%) 8 pacientes (14,8%) presentaron ECV: 2 sangrados, 2 ictus, 2 trombosis tardías de stent y 3 muertes de origen cardiovascular. La supervivencia libre de eventos en pacientes anticoagulados fue del 90,3% frente al 70,6% en pacientes no anticoagulados (p = 0,079).
Conclusiones: La incidencia a medio plazo de ECV en pacientes con FA sometidos a ICP es elevada (14,8%). Los pacientes que recibieron anticoagulación oral junto a doble antiagregación presentaron una supervivencia libre de eventos cardiovasculares superior, aunque sin alcanzar la significación estadística.