RV-122. - UTILIDAD DE LAS ESCALAS CHADS2, CHA2DS2VASC Y HASBLED EN LA VALORACIÓN DEL PRONÓSTICO CARDIOVASCULAR DE PACIENTES CON FIBRILACIÓN AURICULAR SOMETIDOS A INTERVENCIONISMO CORONARIO PERCUTÁNEO CON IMPLANTE DE STENTS
Servicio de Cardiología. Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga).
Objetivos: Los pacientes con fibrilación auricular (FA) sometidos a un intervencionismo coronario percutáneo con implante de stents coronarios (ICP) presentan un alto riesgo tromboembólico y de eventos cardiovasculares. Las terapias para reducir este riesgo, anticoagulantes orales (ACO) y doble antiagregación, aumentan significativamente el riesgo de sangrado. Las guías de práctica clínica europea y americana de FA recomiendan la escalas CHADS2, CHA2DS2VASc y HASBLED para valorar el riesgo tromboembólico y de sangrado. Nos planteamos su utilidad en este contexto clínico.
Métodos: Se incluyen los pacientes sometidos a ICP con antecedente o diagnóstico de FA desde enero 2011 a diciembre 2012. Analizamos las características clínicas, tipo de stents coronarios empleados, el tratamiento prescrito al alta hospitalaria y los eventos cardiovasculares o ECV (muerte de origen cardiovascular, IAM no mortal, trombosis tardías de stent, ictus o AIT y sangrados moderados o mayores). Se emplea el método de chi-cuadrado para variables cualitativas y t-Student o U de Mann-Whitney para variables cuantitativas. Se practicó un análisis multivariable con regresión logística de Cox.
Resultados: Se incluyen 64 pacientes (76,6% hombres) con edad media de 70,7 ± 9.8 años. El 71,9% son hipertensos, 34,4% diabéticos, el 10.9% tenía antecedentes de ictus o AIT, el 85,9% cardiopatía estructural y el 12,5% valvulopatía significativa. La fracción de eyección del ventrículo izquierdo media era de 52,2+/-12,4% y la aurícula izquierda de 43,4 ± 1,7 mm. El valor medio de CHADS2 fue de 2,1 ± 1,3, CHA2DS2VASc de 3,7 ± 1,7 y HASBLED de 2 ± 0,6. El 45,3% tenía FA paroxística, frente al 28,1% con FA persistente y 26,6% con FA permanente. Los motivos para el ICP fueron SCASEST (45,3%), SCACEST (32,8%), angina estable (6,3%) e insuficiencia cardiaca (15,6%). El 50% de los pacientes recibieron exclusivamente stents convencionales. El 62,5% recibió triple terapia; el resto sólo doble antiagregación. En el 10,9% de los casos se prescribieron nuevos ACO. Tras un seguimiento medio de 6,8 ± 4,4 meses (pérdida de seguimiento del 6,2%) 8 pacientes (14,8%) presentaron ECV: 2 sangrados, 2 ictus, 2 trombosis tardías de stent y 3 muertes de origen cardiovascular. Los factores asociados a mayor incidencia de ECV fueron el antecedente de ictus/AIT (42,9% frente a 8,8% p = 0,01), el empleo de digoxina (50% frente a 10,2%, p = 0,021) y las escalas CHADS2 (3,1 ± 1,5 con ECV frente a 2,1 ± 1,2 sin ECV; p = 0,033) y CHA2DS2VASc (5 ± 2,1 con ECV frente a 3,5 ± 1,6 sin ECV; p = 0,026). En pacientes anticoagulados las escalas de CHADS2 (4,3 ± 1,5 frente a 2,4 ± 1; p = 0,004) y CHA2DS2VASc (6,7 ± 2,1 frente a 3,8 ± 1,4; p = 0,003) conservaron su asociación con la incidencia de ECV. Las escalas de riesgo tromboembólico resultaron ser variables independientes de eventos cardiovasculares a la presencia de cardiopatía estructural, valvulopatía, prescripción de digoxina y anticoagulantes al alta (Para CHADS2: HR 2,1 IC95% 1,1-4,1 p = 0,021; para CHA2DS2VASc: HR 2,1 IC95% 1,2-3,6 p = 0,01). Al incluir el antecedente de ictus o AIT las escalas de riesgo tromboembólico perdieron la significación estadística.
Conclusiones: La incidencia a medio plazo de ECV en pacientes con FA sometidos a ICP es elevada (14,8%). Las escalas CHADS2 y CHA2DS2VASc se correlacionan con el pronóstico cardiovascular, pero no la escala HASBLED. El valor pronóstico de las escalas de riesgo tromboembólico es independiente de la presencia de cardiopatía estructural y de la prescripción de anticoagulantes al alta.