RV-70. - EXPERIENCIA COLABORATIVA ENTRE ATENCIÓN PRIMARIA Y ESPECIALIZADA EN EL TRATAMIENTO DE LA DIABESIDAD CON LIRAGLUTIDE. RESULTADOS A 52 SEMANAS
1Servicio de Medicina Interna, 3Grupo de Diabetes y Obesidad SEMI. Hospital Virgen del Rocío. Sevilla. 2Atención Primaria. Centro de Salud Inmaculada Vieira Fuentes. Sevilla.
Objetivos: Los análogos de GLP-1 representan una nueva opción terapéutica para la DM2, ofreciendo la ventaja de combinar efectos beneficiosos sobre el control metabólico con una reducción significativa del peso corporal. El objetivo de este trabajo fue examinar la eficacia y seguridad de liraglutide sobre el control glucémico y ganancia ponderal de los pacientes con DM2 en la práctica clínica habitual en el ámbito de un programa de colaboración entre niveles asistenciales (atención primaria y medicina interna).
Métodos: Estudio observacional, de una serie de casos de pacientes con DM2 con mal control glucémico (HbA1c > 7%) y obesidad (IMC > 30) tratados con liraglutide y atendidos dentro de un programa de colaboración entre atención primaria y especializada. El fármaco se administró una vez al día (subcutánea) con una dosificación creciente para evitar los síntomas gastrointestinales. Se mantuvo tratamiento con metformina en todos los casos. Se evaluó el control glucémico y el peso en situación basal, a los 12, 24 y 52 semanas de tratamiento así como los efectos secundarios.
Resultados: Evaluamos 19 pacientes (9 hombres/10 mujeres) con una edad media de 64,7 ± 12 años y un tiempo medio de evolución de la DM2 de 5,5 ± 4,7 años. La HbA1c media basal fue de 7,99 ± 1,2%, el peso medio de 107,6 ± 18,9 kg y el IMC medio de 42,3 ± 8,7 kg/m2. A los 12 semanas la HbA1c media basal fue de 7,3 ± 1,3%, el peso medio de 104,4 ± 20 kg y el IMC medio de 41,9 ± 7,6 kg/m2. A las 24 semanas la HbA1c media basal fue de 6,9 ± 1,6%, el peso medio de 105,2 ± 22 kg y el IMC medio de 41,9 ± 11,1 kg/m2. A las 52 semanas la HbA1c media basal fue de 7,0 ± 1,5%, el peso medio de 103,2 ± 19 kg y el IMC medio de 40 ± 9,1 kg/m2. La tolerancia al fármaco fue buena excepto en un paciente en que se retiró por nauseas intensas a la semana de iniciar el tratamiento.
Conclusiones: En la práctica clínica habitual la adición de liraglutide al tratamiento con metformina en pacientes con DM2 y obesidad puede conseguir a las 52 semanas una mejoría significativa del control glucémico junto con una reducción ponderal y un buen perfil de seguridad y tolerancia.