V-207 - UTILIDAD DEL PET-TC PARA EL DIAGNÓSTICO Y ESTUDIO DE EXTENSIÓN DE NEOPLASIAS EN UNA SALA DE HOSPITALIZACIÓN DE MEDICINA INTERNA DE UN HOSPITAL DE TERCER NIVEL
Medicina Interna. Hospital de Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Objetivos: Valorar la utilidad del PET-TC sobre otras pruebas de imagen para el estudio de neoplasias en una sala de hospitalización de medicina interna y geriatría de un hospital de tercer nivel.
Material y métodos: Estudio observacional retrospectivo en el que se revisaron todas las solicitudes de PET-TC realizadas en las salas de hospitalización de medicina interna y geriatría entre enero 2013 y enero 2018. Se registraron variables demográficas (edad y sexo), indicación/sospecha diagnóstica con la que se solicita el PET-TC, conclusiones del mismo, realización de otras pruebas complementarias previas (TC, ecocardiografía, RM, endoscopia, ecografía abdominal, gammagrafía ósea). Dentro del grupo de solicitudes de PET-TC para estudio de neoplasias (búsqueda de primario ± estudio de extensión) se valoraron cuáles tenían estudio de imagen previo y si el PET-TC aportaba algún dato relevante adicional.
Resultados: Se analizaron un total de 360 solicitudes de PET-TC en el intervalo de tiempo especificado, de las cuales 121 se realizaron con indicación de estudio de neoplasias. El grupo de población analizado consta de 76 (63%) varones y 45 (38%) mujeres, con edad media de 67 años (DE 15,89). Sólo 20 solicitudes fueron para búsqueda de tumor primario únicamente, y el resto para estudio de extensión y búsqueda de primario. En los estudios de extensión, el 84% fueron para estudio de neoplasias sólidas y el 16% para hematológicas. De las 121 solicitudes, en 8 no se realizaron pruebas de imagen previas. En los 113 casos restantes se realizaron diferentes pruebas de imagen, en la mayoría TC (84%), luego RM (40%), seguido en menor proporción por ecografía abdominal (24%) y endoscopia (13%), así como gammagrafía ósea (3%) y ecocardiografía (8%). Se observó que de los 113 casos con estudios de imagen previos, el PET-TC no aportó ningún hallazgo nuevo en el 61% de los casos (69/113), de los cuales el 69% tenían realizado un estudio de extensión previo mediante TAC toracoabdominal. Por otra parte, en el resto de los casos (44/113), el PET-TC sí que aportó hallazgos nuevos, de los cuales el 63% no tenía realizado un correcto estudio de extensión previo a la realización del PET-TC. Odds ratio 0,25 (IC95% 0,11-0,55, p = 0,0007), Por tanto, se objetivó que en 1 de cada 4 pacientes con estudio de extensión previo, el PET- TC aporta algún dato relevante.
Discusión: Los resultados del estudio muestran que en cuanto a búsqueda y estudio de extensión de neoplasias, el PET-TC no parece superior al estudio con TC toracoabdominal principalmente, apoyado de otras pruebas complementarias como pueden ser RM, ecografía y estudio endoscópico. Sin embargo, puede plantearse como una buena opción para búsqueda de la lesión hipercaptante con mayor accesibilidad para toma de biopsias para diagnóstico anatomopatológico, gracias a que además de la imagen, el PET-TC aporta información sobre metabolismo celular. No obstante, hay que tener en consideración los costes de la prueba respecto al TC y la disponibilidad en los diferentes centros. Hay que tener en cuenta de que se trata de un estudio retrospectivo con todas la dificultades que ello supone en la recogida e interpretación de indicaciones.
Conclusiones: La realización del PET-TC para estudio de neoplasias (búsqueda de tumor primario o estudio de extensión) debería restringirse a los pacientes que tienen realizado previamente un estudio de extensión con TAC toracoabdominal no concluyente o para seleccionar el lugar de biopsia más rentable para estudio anatomopatológico.