1065 - ENCUESTA SOBRE MOVILIZACIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO DE PACIENTES ADULTOS MAYORES HOSPITALIZADOS EN PLANTAS MÉDICAS
Hospital Universitario Salamanca, Salamanca.
Objetivos: El objetivo principal del estudio fue conocer el grado de movilización y acompañamiento de los pacientes adultos hospitalizados en plantas médicas, para delimitar el perfil de enfermos que ingresan actualmente e implementar medidas acordes a sus necesidades.
Métodos: Se registraron todos los pacientes que estaban ingresados en 7 plantas médicas del Hospital Universitario de Salamanca en dos fechas aleatorias del mes de abril de 2022, con un intervalo de 15 días entre ambas. En estas fechas no existían restricciones de acompañamiento en el hospital debidas a la pandemia por coronavirus SARS-CoV-2. Los pacientes estaban a cargo de distintas especialidades médicas. Se elaboró una encuesta mediante la aplicación de formularios de Google, que las/los supervisoras/es de enfermería se encargaron de cumplimentar con la información aportada por el personal de enfermería y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería que trabajaron en la planta en esas fechas.
Resultados: La suma de pacientes ingresados entre los dos días en que se realizó la encuesta fue 388. En la tabla 1 aparecen las especialidades con pacientes ingresados esos días. En la tabla 2 se recogen los resultados principales de la encuesta.
Tabla 1 |
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Total de pacientes ingresados |
388 |
Medicina Interna |
214 |
Digestivo |
90 |
Neumología |
42 |
Neurología |
35 |
Endocrinología |
7 |
Tabla 2 |
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Total de pacientes ingresados |
388 |
Número de pacientes que comieron sentados en una silla |
206 (53,09%) |
Número de pacientes que estuvieron fuera de la cama > 2 horas |
180 (46,39%) |
Número de pacientes que estuvieron fuera de la cama > 5 horas |
91 (23,45%) |
Número de pacientes utilizaron el baño para sus necesidades |
147 (37,88%) |
Número de pacientes con acompañamiento familiar > 3 horas |
230 (59,27%) |
Discusión: La inmovilización prolongada se asocia a mayor morbimortalidad tanto durante como después de la hospitalización. En nuestro estudio comprobamos que poco más de la mitad de los pacientes comieron sentados en una silla, el resto lo hicieron encamados, lo que supone mayor riesgo de broncoaspiración entre otros problemas. El 37,88% de los enfermos se levantaron al baño para sus necesidades, el resto utilizaron pañal, con el consiguiente riesgo de úlceras por presión. Menos de la mitad de los pacientes, el 46,39%, estuvieron levantados más de 2 horas y tan solo el 23,45% lo hicieron durante más de 5 horas. No se evaluaron los motivos de la falta de movilización, que probablemente tiene un origen multifactorial: reposo motivado por la enfermedad que condiciona el ingreso, falta de indicación expresa en las órdenes médicas sobre movilización, sobrecarga del personal encargado de levantar a los pacientes, escasa demanda por parte del propio paciente (con frecuencia ancianos con deterioro cognitivo) o escaso acompañamiento familiar para colaborar y/o insistir en la movilización. En cuanto al acompañamiento, llama la atención que solo el 59,27%de los pacientes tuvieron compañía durante más de 3 horas, el resto estuvieron solos. Los cambios sociales y la reciente pandemia COVID-19 probablemente han contribuido al detrimento de la buena costumbre de acompañar al paciente que ingresa y colaborar así en el proceso de su recuperación. La falta de movilización constituye además un factor determinante en la aparición de delirium durante una hospitalización, condicionando un riesgo añadido de deterioro funcional, cognitivo y en la calidad de vida a largo plazo, lo que justifica la necesidad de reducir su impacto mediante estrategias de prevención y manejo.
Conclusiones: La movilización de los pacientes adultos hospitalizados es escasa. Es prioritaria la instauración precoz de terapias físicas y ocupacionales básicas orientadas a mejorar el equilibro, el control postural, evitar la atrofia muscular, la desorientación y la aparición de síndrome confusional. Para ello resulta imprescindible la colaboración entre el equipo de salud, los acompañantes y el adulto mayor hospitalizado, e involucrar a la familia como parte activa en el proceso de la hospitalización.