978 - EFICACIA DEL OCTREÓTIDO EN EL TRATAMIENTO DE LA ANEMIA CRÓNICA SECUNDARIA A ANGIODISPLASIAS EN PACIENTES DE UNA UNIDAD DE CRÓNICOS
Medicina Interna, Hospital Povisa, Vigo, España.
Objetivos: Evaluar la eficacia de los inhibidores de la angiogénesis en el tratamiento de la anemia crónica secundaria a la hemorragia digestiva por angiodisplasias una serie de pacientes de la Unidad de Crónicos de nuestro hospital.
Métodos: Se creó una base de datos de pacientes de la Unidad de Crónicos de nuestro hospital que durante los últimos años han recibido tratamiento con octreótido por anemia crónica secundaria a angiodisplasias, con al menos dos ingresos hospitalarios, > 2 transfusiones sanguíneas o > 3 tratamientos endoscópicos por este motivo. Se realizó un estudio descriptivo utilizando media y mediana para las variables continuas y número y porcentaje paras las dicotómicas. Se compararon el número de transfusiones, endoscopias digestivas, ingresos hospitalarios y valores de ferritina en cada paciente en el mismo periodo, anterior y posterior, al inicio del tratamiento con octreótido, realizándose el test de Wilcoxon al tratarse de variables no paramétricas. Se consideraron estadísticamente significativas las diferencias con una p < 0,05.
Resultados: Se incluyeron un total de 9 pacientes con algún tipo de angiodisplasia gástrica, duodenal, resto de intestino delgado o colon. La edad media fue de 76 ± 6 años y el 89% de los pacientes eran varones. En cuanto a las comorbilidades, la mediana del índice de Charlson fue de 10. Las dosis mensuales administradas de octreótido fueron 40 mg en 2 pacientes, 30 mg en un paciente y 20 mg en los 6 restantes. La mediana de seguimiento fue de 9 meses y todos los pacientes recibieron de forma concomitante tratamiento con hierro carboximaltosa al menos en cada administración de octreótido. Ningún paciente presentó efectos adversos relacionados con la administración del tratamiento. Se compararon las medianas de los números de ingreso (pre 4Vs post 1; p 0,027), el valor de la ferritina (48 vs. 79; p 0,008), las endoscopias digestivas (5 vs. 0; p 0,011) y las transfusiones sanguíneas (14 vs. 2; p 0,038) realizadas antes y después de recibir el tratamiento con octreótido, demostrándose una asociación estadísticamente significativa para cada una de ellas.
Discusión: El tratamiento estándar de la anemia secundaria a angiodisplasias se basa en la terapia endoscópica y el soporte hemodinámico con ferroterapia y transfusiones sanguíneas. La eficacia de este tratamiento es limitada, con un alto nivel de recurrencia con resangrados en hasta un 34% de los casos. Existen otras opciones de tratamiento médico como la talidomida, el bevacizumab y análogos de la somatostatina. Históricamente, el octreótido se ha utilizado en el tratamiento de los tumores neuroendocrinos, pero en los últimos años ha empezado a utilizarse en la hemorragia digestiva recidivante por angiodisplasias, ya que actúa inhibiendo el factor VEGF, aumenta la agregación plaquetaria y disminuye el flujo esplénico. Los efectos adversos descritos son diarrea, dolor abdominal o colelitiasis. En los pacientes con múltiples comorbilidades, los beneficios de la disminución en las transfusiones, los ingresos hospitalarios y las endoscopias repetidas superan a los riesgos del uso de estos tratamientos.
Conclusiones: El uso de octreótido ha demostrado ser eficaz en la reducción de transfusiones sanguíneas, pruebas endoscópicas e ingresos hospitalarios en los pacientes con anemia por angiodisplasias de la Unidad de Crónicos de nuestro hospital.




