IC-041 - DISFUNCIÓN DEL VENTRÍCULO IZQUIERDO O COMORBILIDAD. ¿QUÉ IMPORTA MÁS EN EL PRONÓSTICO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA?
1Servicio de Medicina Interna. Hospital Costa del Sol. Marbella (Málaga). 2Unidad de investigación. Hospital de Basurto. Bilbao (Vizcaya). 3Unidad de Epidemiología y Evaluación. Hospital Universitario Parc Taulí. Sabadell (Barcelona). 4Servicio de Evaluación. Dirección del Servicio Canario de Salud. Las Palmas de Gran Canaria.
Objetivos: Analizar el impacto pronóstico de la disfunción sistólica del ventrículo izquierdo frente al de la comorbilidad de los pacientes ingresados por insuficiencia cardiaca (IC).
Métodos: Estudio prospectivo, multicéntrico realizado en Andalucía, Canarias, País Vasco y Cataluña, incluyendo pacientes con primer diagnóstico de IC sin límite de edad o comorbilidad en el periodo 1/01/2010 al 30/05/2013. Seguimiento a un año. Se analiza la presencia de disfunción sistólica del ventrículo izquierdo (DSVI) estableciendo como punto de corte FEVI menor del 50%. La comorbilidad de los pacientes se analizó mediante el Índice de Charlson, categorizando el mismo en cuatro grados, según puntuación de 0, 1, 2 y 3 o más puntos. Se llevó a cabo un análisis de supervivencia mediante curvas de Kaplan-Meier y finalmente análisis multivariante ajustado por edad y género. El presente estudio está estudio financiado por el Instituto de Salud Carlos III (PS09/1770).
Resultados: 2.268 pacientes se incluyeron en el estudio, con una edad promedio de 76,5 años (IC95%: 76,1-77,01), 48,3% mujeres. El 42,1% del total de la muestra tuvo DSVI (FEVI promedio: 34,02%). La distribución de las puntuaciones en el índice de Charlson fue de un 6,9% con 0 puntos, 20,1% con 1 punto, el 23,7% tuvo 2 puntos y finalmente el 49,3% tuvo 3 o más puntos. La figura representa las curvas de Kaplan-Meier para la DSVI y las categorías del índice de comorbilidad. En el análisis multivariante, ajustado por edad y género, la DSVI no se relacionó con la mortalidad, OR = 1,09 (IC95%: 0,91-1,31, p > 0,05), pero sí la puntuación del Índice de Charlson con una OR = 1,09 (IC: 1,04-1,14, p < 0,001).
Discusión: La progresión en el número de comorbilidades es cada vez mayor en los pacientes con IC. En nuestro estudio la repercusión de las mismas supera a la de otras variables clásicas con la DSVI.
Conclusiones: Casi la mitad de los pacientes con IC presenta un alto nivel de complejidad. El pronóstico a un año de la IC se ve más condicionado por la comorbilidad que por la presencia de disfunción sistólica de ventrículo izquierdo.