O-6. - EFECTOS DEL TRATAMIENTO ANTIRRESORTIVO Y OSTEOANABÓLICO SOBRE EL METABOLISMO ENERGÉTICO: PAPEL HORMONAL DE PROTEÍNAS ÓSEAS Y MUSCULOESQUELÉTICAS
1Servicio de Medicina Interna, Endocrinología y Nutrición. Hospital Comarcal del Noroeste de la Región de Murcia. Caravaca de la Cruz. Murcia. 2Unidad de Metabolismo Óseo. UGC Endocrinología y Nutrición. Hospital San Cecilio. Granada. 3Servicio de Medicina Interna, Endocrinología y Nutrición. Hospital Rafael Méndez. Lorca. Murcia.
Objetivos: Evaluar los efectos del tratamiento antirresortivo (denosumab) y osteoanabólico (teriparatida) sobre los niveles séricos de OC infracarboxilada (ucOC), esclerostina y miostatina.
Métodos: Estudio de cohortes prospectivo de 3 meses de duración sobre mujeres con osteoporosis postmenopáusica tratadas con denosumab (n = 22), 60 mg sc/6 meses, frente a teriparatida (n = 16), 20 μg sc/24 horas. Como parámetro principal determinamos el porcentaje de cambio de los niveles plasmáticos de ucOC, esclerostina y miostatina desde el inicio hasta el final del seguimiento (mediciones en 4 tiempos: basal, 1 semana, 1 mes y 3 meses); parámetros secundarios: OC total, P1NP, CTX y PTHi.
Resultados: Los niveles plasmáticos de ucOC fueron significativamente menores en el grupo tratado con denosumab y mayores en el grupo tratado con teriparatida al 1º y 3º mes respecto a sus niveles basales (-12,4%, -47,8% vs 117%, 87%, respectivamente; p < 0,05). Los niveles plasmáticos de esclerostina se incrementaron aunque no de forma significativa en el grupo tratado con denosumab y disminuyeron en el grupo tratado con teriparatida en la 1ª semana, 1º y 3º mes (2,9%, 10,6%, 8,5% vs -0,7%, -3,8%, -1,9%, respectivamente; p > 0,05); con diferencias significativas entre ambos grupos en el 1º mes (p < 0,05). Los niveles plasmáticos de miostatina se mantuvieron sin cambios significativos. Los marcadores de remodelado óseo (MRO) disminuyeron significativamente en el grupo tratado con denosumab y se incrementaron en el grupo tratado con teriparatida con diferencias significativas entre ambos grupos. Los niveles de PTHi aumentaron significativamente al 1er y 3er mes en el grupo tratado con Denosumab (65% y 21,5%, respectivamente, p < 0,05) con diferencias significativas entre ambos grupos (p < 0,001).
Discusión: Recientes estudios han demostrado la implicación del hueso como órgano endocrino en la regulación del metabolismo energético a través de la osteocalcina y la esclerostina. Otros estudios señalan el papel hormonal de la miostatina sobre la progresión de la obesidad y la DM tipo 2. Según lo señalado en la bibliografía y los resultados de nuestro estudio, los fármacos antiosteoporóticos podrían tener repercusión sobre el metabolismo energético.
Conclusiones: Los resultados preliminares de nuestro estudio muestran un efecto divergente de denosumab y teriparatida sobre rutas metabólicas con potencial influencia en el metabolismo energético.