IF-017 - ESTUDIO PROSPECTIVO SOBRE LA INCIDENCIA DE RECURRENCIAS TROMBÓTICAS EN PACIENTES DIAGNOSTICADOS DE SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO PRIMARIO TROMBÓTICO CON ANTICUERPOS ANTIFOSFOLÍPIDOS NO PERSISTENTES
Medicina Interna. Hospital J.M. Morales Meseguer. Murcia.
Objetivos: Describir la incidencia de recurrencia trombótica, de sangrado mayor y las características clínico-analíticas asociadas, en una cohorte de pacientes con SAFp con anticuerpos antifosfolípido (aFL) no persistentes (negativizados) durante un periodo de seguimiento de 4 años.
Material y métodos: Se incluyeron pacientes con SAFp con ≥ 1 trombosis (venosa o arterial) y ≥ 2 determinaciones positivas de aFL entre 1995 y enero de 2014 (criterios de Sídney 2006). Se excluyeron los pacientes con enfermedad autoinmune sistémica, ANA ≥ 1/160 y < 18 años. En marzo de 2014, tras firma de consentimiento informado, 84 participantes con SAFp fueron evaluados mediante entrevista clínica y análisis sanguíneo incluyendo aFL (AL, ACA IgG e IgM y antiB2-GP1 IgG e IgM). Se recogieron datos relacionados con FRCV. Finalmente se seleccionaron 25 en los que la determinación de aFL en el análisis del estudio fue negativa. Para evaluar la incidencia de recurrencia trombótica y sangrado mayor realizamos seguimiento prospectivo anual durante 4 años (fin en marzo de 2018) mediante revisión de historia clínica electrónica y llamada telefónica. Las variables fueron analizadas con el programa estadístico SPSS-20 Statistics® v.20.
Resultados: Obtuvimos un total de 25 pacientes. Edad media (DE) de 53,4 (12,4) años. El 48% eran mujeres. Al debut trombosis arterial en 7/25 pacientes (6 ictus, 1 IAM) y venosa en 18/25 (12 TVP y 6 TEP). Desencadenante conocido de trombosis venosa en 9/18. El diagnóstico de laboratorio: AL positivo en 24/25 y aCL IgM en 2/25. El resto de aFL negativos o no realizados. En la entrevista y análisis sanguíneo de marzo de 2014 se obtuvo que el 42% tenían HTA, 16% DM-2, 84% DLP, 33% tabaquismo, un 48% obesidad. Durante el tiempo de seguimiento (48 meses) 15 pacientes fueron tratados con AVK, 3 con AA y 3 con ambos fármacos (7 sin AVK). A lo largo del seguimiento prospectivo 3 pacientes presentaron una nueva trombosis (1 ictus, en tratamiento con AVK y de alto riesgo cardiovascular, y 2 TVP, 1 sin AVK). Ningún episodio de sangrado mayor.
Discusión: El riesgo de recurrencia de trombosis en pacientes con SAF primario (SAFp) es alto a pesar de tratamiento antitrombótico. Este riesgo es mayor en caso de que los aFL sean persistentes y con títulos elevados. Por ello, los fármacos anticoagulantes anti-vitamina K (AVK) y/o antiagregantes (AA) se recomiendan tras trombosis de tipo venoso o arterial, respectivamente, de forma indefinida. Sin embargo, en pacientes con SAFp y aFL no persistentes existe poca evidencia sobre la incidencia de recurrencias trombóticas y sangrado mayor, y por tanto del riesgo/beneficio del tratamiento antitrombótico. En nuestra serie de 25 casos el número de recurrencias trombóticas fue similar al publicado en la mayoría de series de casos anteriores (de 6, 7 y 11 casos). También el número de episodios de sangrado mayor se correlacionó con la serie de Medina et al, de 24 SAFp con aFL negativizados y en tratamiento con AVK. En este estudio un 45,8% (11/24) presentaron recurrencia trombótica (9 TVP, 1 Ictus, 1 HTAP) a pesar de un tratamiento adecuado. Ante la falta de una evidencia firme y la discrepancia entre las series de casos publicadas es necesario una valoración de todos los factores de riesgo pro-trombóticos a la hora de decidir la retirada del tratamiento anti-trombótico en este subgrupo de pacientes.
Conclusiones: La estratificación del riesgo cardiovascular y la evaluación de trombofilias en pacientes con SAFp y aFL no persistentes es importante a la hora de pautar un tratamiento anti-trombótico adecuado. Es necesario el desarrollo de ensayos clínicos que aporten evidencia científica de calidad para responder esta hipótesis.