1263 - PRESCRIPCIÓN INADECUADA EN PACIENTES ANCIANOS ¿SE APLICAN LOS CRITERIOS STOPP 2023?
Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla, España.
Objetivos: Revisar prescripción inadecuada de medicamentos según criterios STOPP 2023 en pacientes ancianos que ingresan en medicina interna.
Métodos: Estudio observacional descriptivo de corte transversal en pacientes mayores de 90 años ingresados en Medicina Interna durante enero de 2023. Se recogieron distintas variables demográficas y comorbilidades. Se revisó número y tipo de medicamentos prescritos y se analizaron si cumplían criterios STOPP 2023 para detección de prescripción inadecuada de medicamentos (PIM) seleccionados en la tabla.
Resultados: Se seleccionaron 119 pacientes (67,2% mujeres), edad media 92,8 años (DE 2,77) e índice de Charlson, mediana de 7 (4-13). El 25,2% presentaban demencia avanzada (GDS > 5) y 47,1% cumplían criterios de dependencia severa (Barthel < 40). La mediana de medicamentos fue 8 (0-18). En pacientes con demencia avanzada (n = 30), se detectó 3,3% de PIM para antidepresivos tricíclicos, 43,3% para neurolépticos y 36,7% para benzodiazepinas. En pacientes con parkinsonismo (n = 6), 6,7% tenían neurolépticos. Se usaron benzodiazepinas, 33,6% (n = 40) e hipnóticos-Z, 12,6% (n = 15) de forma prolongada no justificada. En pacientes con historial de caídas recurrentes (n = 23), se observó uso de benzodiazepinas en un 43,5% y uso de hipnóticos-Z, neurolépticos y opioides en un 21,7%. Un 89,4% de pacientes con diuréticos de asa (n = 66), tenían hipertensión arterial sin otro antihipertensivo; 68,2% no tenían antecedentes de insuficiencia cardíaca y 4,5% presentaban incontinencia urinaria. Se encontraron 20,16% (n = 24) con ácido acetilsalicílico en prevención primaria, 1,6% (n = 2) con doble antiagregación durante más de 4 semanas, 2,5% (n = 3) con asociación de terapia anticoagulante y antiagregante sin indicación y 4,2% (n = 5) con antiagregación en monoterapia para fibrilación auricular. En 3,3% (n = 4) de pacientes con fibrilación auricular, tenían antagonistas de la vitamina K como anticoagulantes de primera línea pudiendo beneficiarse de inhibidores directos de la trombina e inhibidores del factor Xa. Un 67,9% (n = 57), la prescripción de inhibidores de la bomba de protones no estaba indicada.
Criterios STOPP 2023 seleccionados para el estudio descriptivo de prescripción inadecuada en pacientes mayores de 90 años |
Sección A. Indicación de la medicación |
1. Cualquier medicamento prescrito sin una indicación clínica basada en la evidencia |
Sección B. Sistema cardiovascular |
7. Diuréticos de asa como tratamiento de primera línea de la hipertensión, salvo que exista insuficiencia cardíaca concomitante que requiera tratamiento diurético (falta de datos para esta indicación; existen alternativas más seguras y efectivas) |
8. Diuréticos de asa para los edemas maleolares sin evidencia clínica, bioquímica o radiológica de insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, síndrome nefrótico o insuficiencia renal (la elevación de los miembros inferiores y/o las medias de compresión son generalmente más apropiadas) |
10. Diuréticos de asa para el tratamiento de la hipertensión cuando existe incontinencia urinaria (pueden empeorar la incontinencia) |
Sección C. Antiagregantes/anticoagulantes |
3. AAS más clopidogrel para la prevención secundaria del ictus durante más de 4 semanas, salvo que el paciente tenga un stent coronario implantado en los 12 meses previos, un síndrome coronario agudo o una estenosis carotídea grave sintomática (no hay evidencia de beneficios a largo plazo frente al clopidogrel en monoterapia) |
4. Antiagregantes junto con antagonistas de la vitamina K, inhibidores directos de la trombina o inhibidores del factor Xa en pacientes con fibrilación auricular crónica, salvo que el paciente tenga un stent coronario o una estenosis coronaria de alto grado (> 50%) objetivada por coronariografía (el antiagregante no aporta beneficios) |
5. Antiagregantes junto con antagonistas de la vitamina K, inhibidores directos de la trombina o inhibidores del factor Xa en pacientes con enfermedad coronaria, cerebrovascular o arterial periférica estables sin una clara indicación de anticoagulación (el tratamiento combinado no aporta beneficios) |
7. Antiagregantes como alternativa a los antagonistas de la vitamina K, los inhibidores directos de la trombina o los inhibidores directos del factor Xa para la prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular crónica (no hay evidencia de eficacia) |
11. Antagonistas de la vitamina K como anticoagulantes de primera línea en la fibrilación auricular, salvo en presencia de prótesis valvular cardíaca metálica, estenosis mitral moderada-grave o TFGe < 15 ml/min/1,73 m2 (los inhibidores directos de la trombina y los inhibidores del factor Xa son igual de eficaces y más seguros que los antagonistas de la vitamina K) |
16. AAS en prevención primaria de enfermedades cardiovasculares |
Sección D. Sistema nervioso central |
1. Antidepresivos tricíclicos en presencia de demencia, glaucoma de ángulo estrecho, trastornos de la conducción cardíaca, prostatismo, estreñimiento crónico, caídas recientes o antecedentes de retención urinaria (riesgo de empeoramiento de estas enfermedades) |
5. Neurolépticos para los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia sin ajustes de dosis ni revisión de la medicación en más de 3 meses (mayor riesgo de efectos secundarios extrapiramidales, empeoramiento cognitivo crónico y morbimortalidad cardiovascular) |
8. Benzodiazepinas durante ≥ 4 semanas (no hay indicación para tratamientos más prolongados; riesgo de sedación, confusión, pérdida de equilibrio, caídas, accidentes de tráfico; todas las benzodiazepinas deberían suspenderse de forma gradual si el tratamiento ha superado las 2 semanas, ya que al suspenderse de forma brusca existe riesgo de síndrome de abstinencia) |
9. Benzodiazepinas para la agitación o los síntomas psicóticos de la demencia (sin evidencia de eficacia |
10. Benzodiazepinas para el insomnio durante ≥ 2 semanas (alto riesgo de dependencia, mayor riesgo de caídas, fracturas y accidentes de tráfico) |
11. Hipnóticos-Z (zolpidem, zopiclona, zaleplón) para el insomnio durante ≥ 2 semanas (mayor riesgo de caídas, fracturas) |
12. Neurolépticos (salvo clozapina y quetiapina) en pacientes con parkinsonismo o demencia por cuerpos de Lewy (riesgo de efectos extrapiramidales graves) |
15. Neurolépticos antipsicóticos en pacientes con síntomas conductuales y psicológicos de la demencia (SCPD) durante más de 12 semanas salvo que estos sean graves y no respondan a otros tratamientos (aumento del riesgo de ictus e infarto de miocardio) |
Sección F. Sistema gastrointestinal |
2. Inhibidores de la bomba de protones para la enfermedad ulcerosa péptica o esofagitis péptica no complicada a dosis terapéuticas plenas durante > 8 semanas (normalmente está indicada la reducción de la dosis, la retirada o el tratamiento de mantenimiento con antagonistas H2) |
Sección K. Fármacos que aumentan de forma predecible el riesgo de caídas en personas mayores |
1. Benzodiazepinas en pacientes con caídas de repetición (pueden reducir el nivel de conciencia y deteriorar el equilibrio) |
2. Neurolépticos en pacientes con caídas recurrentes (pueden causar parkinsonismo) |
4. Hipnóticos-Z (p.ej., zopiclona, zolpidem, zaleplón) en pacientes con caídas de repetición (pueden causar sedación diurna prolongada, ataxia) |
7. Opioides en pacientes con caídas de repetición (pueden reducir el nivel de conciencia) |
Conclusiones: Los pacientes de mayor edad corren riesgo de sufrir daños relacionados con la medicación debido a cambios fisiológicos en la farmacocinética y farmacodinamia de los medicamentos. Los criterios STOPP están diseñados para identificar prescripciones inadecuadas en pacientes mayores a la hora de revisar medicación. Se estima que un 20% de ingresos hospitalarios en poblaciones añosas, se deben a reacciones adversas medicamentosas. En nuestro estudio, se detectó PIM en, pacientes con demencia y parkinsonismo (antidepresivos tricíclicos y neurolépticos); prescripción prolongada de medicamentos que aumentan el riesgo de caídas (benzodiazepinas, hipnóticos-Z, opioides); y medicamentos sin indicaciones clínicas basadas en la evidencia (inhibidores de la bomba de protones y AAS en prevención primaria). Se indicaron de forma inapropiada, diuréticos de asa para la hipertensión y edemas; antiagregantes como prevención del riesgo trombótico en fibrilación auricular y uso de antivitamina K en lugar de opciones más seguras. Se evidenció doble antiagregación prolongada, uso concomitante de anticoagulantes y antiagregantes intensificando el riesgo de eventos hemorrágicos. Estos resultados subrayan la importancia de revisar y ajustar medicación en pacientes añosos, favoreciendo medidas no farmacológicas, mejorando el seguimiento del paciente y concienciando de esta realidad entre profesionales sanitarios.