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No pretende ser una guía de cómo completar la formación en el extranjero, solo pretende compartir las dudas y dificultades a las que me he tenido que enfrentar para llegar hasta aquí, con el objetivo de evitar que otros compañeros cometan los mismos errores y tengan un camino más fácil.</p><p id="par0010" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Escribo tras 5 meses de estancia en Estados Unidos, así que intentaré contar cómo ha sido el proceso de decisión, la llegada y las primeras impresiones, y la adaptación a un medio que no es el habitual. Hay que tener en cuenta que muchos de mis ejemplos no son generalizables a cualquier país; mi experiencia se limita a Estados Unidos.</p><p id="par0015" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Agradezco de antemano que aceptéis mi torpeza al transmitir sensaciones y que el tono del relato sea distendido y optimista, punto clave para cualquier «aventura» que se decida emprender.</p></span><span id="sec0010" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">La decisión</span><p id="par0020" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Las circunstancias, junto con las necesidades, suelen ser uno de los mayores condicionantes en la toma de decisiones y mi caso no es una excepción. Generalmente, el momento idóneo para realizar una estancia en el extranjero se presenta al terminar la residencia o en los primeros años de especialista. Yo no tengo responsabilidades familiares ni ataduras que me obliguen a permanecer en España; soy de esos seres raros que no tiene hipoteca. Además, mi pareja, en un acto de «inconsciencia», dejó su trabajo y decidió aventurarse conmigo, lo que resultó clave en la decisión.</p><p id="par0025" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Uno de los primeros pasos para venir a Estados Unidos fue valorar clínica e investigación. En nuestra formación MIR, como internistas, no se observa de forma precisa un aprendizaje en el campo de la investigación. Casi todas las experiencias, en este sentido, derivan de comunicaciones a congresos y revistas y, en algunos casos, gracias al apoyo de una facultad de medicina, se realizan tesis doctorales. Desde mi punto de vista, implicarse en la investigación básica o clínica es una experiencia enriquecedora. No solo se gana en conocimientos, sino que también permite diversificar la actividad diaria y tener una visión más amplia y profunda de un campo concreto.</p><p id="par0030" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Yo no tomé la decisión <span class="elsevierStyleItalic">motu proprio.</span> Me explico: tras leer la tesis, mi director, el Prof. Rogelio González Sarmiento, me dijo «Ahora tienes que hacer una estancia en el extranjero, en Estados Unidos». Mi primer pensamiento fue: «Este hombre está loco, ¿qué hago yo en Estados Unidos?; ni caso». A este consejo se unieron los desmedidos ánimos de mi tutor durante la residencia, el Prof. José Ángel Martín Oterino, que recordaba su estancia en el Instituto Pasteur de París como una de sus mejores experiencias profesionales. Dada la insistencia, empecé a valorar la idea y hablé con otros compañeros del hospital que ya habían recorrido ese camino: Ignacio Cruz González<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0005"><span class="elsevierStyleSup">1</span></a> como <span class="elsevierStyleItalic">Clinical Fellow</span>, María Sánchez Ledesma en calidad de <span class="elsevierStyleItalic">Research Fellow</span> y Miguel Marcos Martín<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#bib0010"><span class="elsevierStyleSup">2</span></a> como <span class="elsevierStyleItalic">Postdoctoral Fellow.</span> Su consejo fue que no lo dudase ni un momento, que se trataba de una experiencia única y muy enriquecedora, tanto personalmente como laboralmente. Pese a estos consejos, la duda persistía, me pesaba la pereza del cambio y dejar un puesto en el que estaba cómodo, así como la incertidumbre de si una estancia en el extranjero aporta tanto como aseguran aquellos que ya han vivido la experiencia. Finalmente, con el apoyo de muchos, pero con muchas dudas, decidí dar los primeros pasos.</p></span><span id="sec0015" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Elección del lugar para realizar la estancia</span><p id="par0035" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Es una de las decisiones más importantes. Yo tenía claro que tras leer una tesis sobre riesgo vascular e hipertensión quería seguir por esta línea. Comencé mi búsqueda en las páginas web de las distintas sociedades científicas americanas -de diabetes, endocrinología, cardiología, etc. y encontré que la Sociedad Americana de Hipertensión había publicado un listado de centros capacitados para docencia y formación continuada en Estados Unidos, casi todos ellos en universidades y en colaboración con hospitales.</p><p id="par0040" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Las líneas de trabajo de los diferentes centros se pueden identificar por sus publicaciones gracias a motores de búsqueda especializados como, por ejemplo, PubMed. Este punto, a mi juicio, es muy importante porque lo más probable es que uno se incorpore a proyectos que ya se están realizando. Integrarse en un proyecto en marcha tiene sus ventajas e inconvenientes puesto que exige un profundo conocimiento de las bases teóricas sobre los temas que se tratan y, evidentemente, ponerse al día con los avances realizados por el grupo.</p><p id="par0045" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Tras seleccionar los centros de mi interés, solicité por correo electrónico realizar una estancia. Tuve varias respuestas negativas, pero, para mi sorpresa, la mayoría positivas. Finalmente, las líneas de trabajo del centro, su reputación y experiencia en la recepción de extranjeros, la disposición a mi acogida expresada en la carta de aceptación y las fechas disponibles para la incorporación fueron los principales factores que determinaron mi decisión: me incorporé al grupo de trabajo del Dr. Daniel T. O’Connor de la Universidad de California en San Diego (UCSD) en enero de 2012.</p><p id="par0050" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La UCSD es una universidad con tradición en la recepción de extranjeros para estancias temporales. Se extiende a lo largo de más de 850 hectáreas salpicadas por complejos deportivos, residencias de estudiantes y facultades. El área biosanitaria ocupa una parte importante del campus con hospitales, facultades de medicina, farmacia y biología, y varios edificios destinados a investigación (<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0005">fig. 1</a>). La investigación básica es una de las prioridades de la UCSD; se presupuestan más de 900 millones de dólares anuales para este fin y sus frutos se concretan en más de 20 premios Nobel, entre ex alumnos y profesores.</p><elsevierMultimedia ident="fig0005"></elsevierMultimedia><p id="par0055" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Además de los factores mencionados, otra de las razones de la decisión, no hay que negarlo, ha sido la localización geográfica: San Diego. Aparte de las bondades climáticas conocidas, playas y los tópicos del surf, el estado de California tiene otros muchos atractivos: Los Ángeles, San Francisco, Yosemite Park, Sequoia National Park, etc. San Diego es una ciudad relativamente pequeña y en la que uno se puede manejar, sus 1.300.000 habitantes se sitúan mirando al océano Pacífico desde la frontera con México hasta La Jolla. El centro de la ciudad, o <span class="elsevierStyleItalic">Downtown</span>, como lo llaman aquí, es pequeño y mira a la bahía que separa la ciudad de Coronado Island. Posee alguna calle con ambiente de ocio similar, pero nunca igual, al que se puede encontrar en una ciudad europea, lo que permite momentos de relax en bares con buen blues, jazz y rock. La oferta de actividades y posibilidades de ocio complementan la rutina diaria del trabajo en el laboratorio.</p><span id="sec0020" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Becas y burocracia</span><p id="par0060" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Una de las mejores opciones para realizar una estancia en el extranjero es mediante una beca. El hecho de tener una beca no solo aporta un soporte económico, muy necesario, sino que además facilita la obtención del visado necesario para realizar una estancia en Estados Unidos. Se puede recurrir tanto a becas públicas -la Fullbright- como a becas privadas, ligadas principalmente a bancos, grandes empresas y fundaciones, cuyo fin es fomentar la investigación y la ampliación de estudios superiores en el extranjero. Además de las becas de ámbito nacional, la Comunidad Europea y los propios países de acogida también convocan ayudas económicas para investigación y estudios. En mi caso, estoy becado por la Fundación Alfonso Martín Escudero.</p><p id="par0065" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Para la solicitud suele ser necesario presentar, además del currículum, la carta de aceptación del centro en el que se pretende realizar la estancia y una descripción de los proyectos a realizar, el interés de los mismos, su ámbito de aplicación y su proyección dentro de un contexto científico. En el caso de los proyectos médicos de investigación la capacidad de repercusión a nivel de la población suele justificar el proyecto en sí mismo. Es de gran ayuda tanto el apoyo explícito de la universidad de procedencia como una carta de recomendación de profesores o profesionales de prestigio que avale al candidato.</p><p id="par0070" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La burocracia, cómo no, es pesada. En el caso de Estados Unidos, es necesario solicitar un visado por el tiempo que se desea realizar la estancia. Para esto, hay que presentar en la Embajada de Estados Unidos en Madrid una serie de documentación: carta de aceptación por parte de la universidad de destino, prueba de tener una fuente de financiación (beca) para la estancia, demostrar que tenemos algún vínculo estable con el país de origen (propiedades, trabajo, etc.), seguro médico con coberturas adecuadas, etc.</p></span></span><span id="sec0025" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Aterrizar</span><p id="par0075" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Normalmente, cualquier cambio de residencia, de trabajo o de compañeros requiere un período de adaptación. Si, además, sumas otro idioma y/u otra cultura ese período es mayor. Nada más aterrizar, aparte de un GPS, es necesaria una gran dosis de paciencia. Para conocer el entorno, buscar casa, comprar coche y adaptarse a horarios y costumbres es necesario un tiempo. Además en mi caso, como buen gallego que soy, y de lo que presumo, tengo que soportar los ataques de morriña que suelen ser de lo más inesperados y en ocasiones intensos.</p><p id="par0080" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El idioma es para muchos una barrera psicológica importante a la hora de realizar una estancia en el extranjero. No basta con haber estudiado inglés previamente y no existe un Pentecostés, se requiere un período para adaptarse a la fonética y entender conversaciones, sobre todo entre más de 2 personas, pero que no cunda el pánico, es un período breve.</p><p id="par0085" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La incorporación al trabajo también requiere un período de adaptación, tanto a tu nuevo equipo como al propio entorno físico. En mi caso, he pasado de trabajar durante 6 años con compañeros españoles a empezar a trabajar con gente de Estados Unidos, China e India, cada uno con sus costumbres y «su inglés». Mis primeras semanas fui, literalmente, la sombra del que hoy es mi compañero de trabajo y con quien comparto varios proyectos: Kuixing Zhang. Con mucha paciencia, Kuixing se esforzó en enseñarme las técnicas y las costumbres de trabajo diarias del laboratorio hasta conseguir cierta autonomía por mi parte (<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0010">fig. 2</a>).</p><elsevierMultimedia ident="fig0010"></elsevierMultimedia><p id="par0090" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El inicio es una de las etapas más complicadas. Se pasa de un medio conocido en el que te defiendes y te encuentras cómodo, como es el hospital, a un lugar en el que, si bien reconoces los elementos que lo forman, te es ajeno. Comienza una etapa dominada por la ignorancia y las preguntas. En esta fase, te cuestionas desde las cosas más elementales de uso diario como dónde encontrar algo (que posiblemente ya te hayan enseñado previamente) hasta cuestiones existenciales del tipo «¿Qué hago yo aquí?» o «¿Valgo yo para esto?».</p></span><span id="sec0030" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Asentarse</span><p id="par0095" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Un buen día vas a un lugar y ¡ya no necesitas el GPS!, tu compañero te dice que esa mañana tiene un curso y que vayas empezando los experimentos, en la reunión semanal te preguntan directamente a ti por un resultado… Estás entrando en la rutina. En este caso, sin embargo, rutina no ha de asociarse a aburrimiento como en ocasiones se hace, sino que se relaciona más con conocimiento y seguridad para desenvolverse en el día a día (no sin que por ello persista ignorancia sobre la teoría de los proyectos en los que se está involucrado, no se sepa dónde están muchas cosas…). Cada proyecto tiene generalmente uno o dos responsables que son los que realizan la mayoría del trabajo. Durante el proceso de asentamiento, el trabajo en el laboratorio se basa en una mera colaboración con los proyectos de los compañeros hasta tener la seguridad suficiente para poder asumir un proyecto propio. Dicho proyecto puede proponerlo el departamento de acogida, o bien ser una propuesta propia que complemente una investigación realizada antes de la llegada a Estados Unidos, por ejemplo, algún tema relacionado con la tesis doctoral.</p><span id="sec0035" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Un día en el laboratorio del Dr. O’Connor</span><p id="par0100" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Cada laboratorio es un mundo. En el nuestro se trabaja por proyectos o actividades concretas que contribuyen a otros trabajos de mayor envergadura en los que se involucra el laboratorio.</p><p id="par0105" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El trabajo se organiza tanto de modo individual como en pequeños grupos. Este hecho permite la libertad de organizarse y no existe un horario estricto, aunque sí se respetan de forma escrupulosa ciertas costumbres como las reuniones de laboratorio.</p><p id="par0110" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Un día normal de trabajo suele comenzar alrededor de las nueve de la mañana. Generalmente empezamos juntos los trabajos de «manos» o bien vamos preparando los experimentos mientras llega el compañero (<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0015">fig. 3</a>). En mi caso, técnicas de cultivo celular, cultivo de bacterias, transfección de bacterias, extracción de ADN, ARNm… Son técnicas nuevas y es parte del trabajo que he tenido que aprender. El horario de comida es de doce a una, según las necesidades de trabajo del día. Tras la comida, se finalizan técnicas, se preparan experimentos para el día siguiente y se comienza el trabajo de ordenador: búsquedas bibliográficas, redacción de artículos, estudios de temas sobre los que se está trabajando, etc. El día termina en torno a las seis de la tarde. Nosotros lo finalizamos repasando los trabajos realizados y comentando los del día siguiente. Este esquema no es el que sigue todo el laboratorio, en muchos casos la gente trabaja de una forma más individual y adapta el horario a sus necesidades. Además, habitualmente el Dr. O’Connor aparece por el laboratorio, le comentamos el trabajo y los resultados que vamos consiguiendo y nos orienta en los experimentos. Estas visitas son tan frecuentes como imprevisibles, y creedme que alteran cualquier idea preconcebida en la organización del día, desde repetir un trabajo, cambiar los gráficos de resultados hasta ir a por muestras al hospital para ampliar el estudio, y no solo cambias el día, en ocasiones tras unos minutos de conversación, ¡cambias la semana!</p><elsevierMultimedia ident="fig0015"></elsevierMultimedia><p id="par0115" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Cada miércoles se celebra la reunión de todo el equipo del laboratorio. Es el <span class="elsevierStyleItalic">«Labmeeting».</span> En esta reunión cada sujeto expone el estado actual de su proyecto y se comparten las nuevas ideas de trabajo. Estas reuniones son una de las actividades que más me han sorprendido, y donde más patente es mi ignorancia. Participar en los planteamientos de nuevos estudios, en el análisis de los resultados y en los comentarios que se realizan es toda una experiencia para un profano.</p><p id="par0120" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El trabajo se ve alterado por muchas de las actividades que brinda estar en una universidad como es la UCSD. Se ofertan múltiples cursos de áreas muy variadas como, por ejemplo, actualizaciones en programas de búsquedas en bases de datos, cursos de bioinformática, cursos de diseño de fármacos, actualización en técnicas de laboratorio, y un largo etcétera. Además, prácticamente a diario se puede asistir a clases magistrales y conferencias de grandes eminencias, por citar algunos, en abril han visitado el campus el Dalai Lama y Phil Oliver Smithies, premio Nobel de Medicina en 2007.</p></span></span><span id="sec0040" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle">Resumen y primeras impresiones</span><p id="par0125" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Hacer una estancia en el extranjero es una opción que requiere un plan de acción muy serio que debe iniciarse con bastante antelación. Los trámites, desde que se toma la decisión hasta que se pisa tierra extranjera, son lentos y, en ocasiones, pesados.</p><p id="par0130" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Una vez aterrizado empezar de nuevo requiere su tiempo y no es fácil pero es asumible. Hay que adaptarse a una nueva forma de vida y una nueva cultura. En el aspecto laboral, es importante la predisposición a aprender y al trabajo.</p><p id="par0135" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Una estancia en el extranjero supone un reto tanto personal como laboral. Para mí, estos primeros meses en Estados Unidos han sido muy positivos. A nivel personal, la oportunidad de poder vivir tan de cerca otra cultura, conocer cosas nuevas y disfrutar de otro país ha sido, y es, una gran experiencia. Profesionalmente, a pesar de no dejar de ser un clínico en un laboratorio, es un lujo poder tener la oportunidad de involucrarme en la dinámica de un grupo de trabajo de primer nivel. Espero que los siguientes meses sigan siendo tan positivos como esta primera etapa. En cualquier caso, considero que una estancia fuera de España es enriquecedora desde muchos puntos de vista y está al alcance de la mayoría de los compañeros que terminan la residencia, solo hay que proponérselo.</p></span></span>" "textoCompletoSecciones" => array:1 [ "secciones" => array:7 [ 0 => array:2 [ "identificador" => "sec0045" "titulo" => "Introducción" ] 1 => array:2 [ "identificador" => "sec0010" "titulo" => "La decisión" ] 2 => array:3 [ "identificador" => "sec0015" "titulo" => "Elección del lugar para realizar la estancia" "secciones" => array:1 [ 0 => array:2 [ "identificador" => "sec0020" "titulo" => "Becas y burocracia" ] ] ] 3 => array:2 [ "identificador" => "sec0025" "titulo" => "Aterrizar" ] 4 => array:3 [ "identificador" => "sec0030" "titulo" => "Asentarse" "secciones" => array:1 [ 0 => array:2 [ "identificador" => "sec0035" "titulo" => "Un día en el laboratorio del Dr. O’Connor" ] ] ] 5 => array:2 [ "identificador" => "sec0040" "titulo" => "Resumen y primeras impresiones" ] 6 => array:1 [ "titulo" => "Bibliografía" ] ] ] "pdfFichero" => "main.pdf" "tienePdf" => true "multimedia" => array:4 [ 0 => array:7 [ "identificador" => "fig0005" "etiqueta" => "Figura 1" "tipo" => "MULTIMEDIAFIGURA" "mostrarFloat" => true "mostrarDisplay" => false "figura" => array:1 [ 0 => array:4 [ "imagen" => "gr1.jpeg" "Alto" => 750 "Ancho" => 1000 "Tamanyo" => 184674 ] ] "descripcion" => array:1 [ "es" => "<p id="spar0005" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall">Edificio de investigación de la Universidad de Califormia, San Diego (UCSD). 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HUMANIDADES EN MEDICINA
Ser médico... «e iniciar una estancia posdoctoral en Estados Unidos»
Being a physician... “and initiate a post doctorate stay in the USA”
J.P. Miramontes González
Departamento de Medicina, Fundación Alfonso Martín Escudero, La Jolla, California, EE. UU