DP-026 - DE LA UCI A PALIATIVOS: ESTUDIO DESCRIPTIVO DE PACIENTES INGRESADOS EN UNIDAD DE CUIDADOS PALIATIVOS PROCEDENTES DE UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS
Medicina Interna. Hospital Universitario Severo Ochoa. Leganés (Madrid).
Objetivos: Describir el perfil de pacientes ingresados en una unidad de Cuidados Paliativos (UCP) dependiente del servicio de Medicina Interna, que proceden de la Unidad de Cuidados intensivos (UCI).
Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo sobre una cohorte de pacientes que ingresan en la UCP de un Servicio de Medicina interna de un Hospital Universitario de segundo nivel, entre febrero de 2002 y mayo de 2017; todos ellos procedentes de la UCI. Hemos analizado datos demográficos, estancia, tipo de alta, patología previa y comorbilidad asociada. La recogida de datos, se ha realizado mediante la revisión de una base de datos propia de la UCP y la historia clínica del paciente. El análisis de los datos recogidos, se ha realizado con el programa SPSS 20.0.
Resultados: De los 6.228 altas en la UCP entre 1 de febrero de 2002 y 31 de mayo de 2017, 29 pacientes procedían de unidad de cuidados intensivos. De ellos, solo el 38,5% (10 pacientes) tienen diagnóstico oncológico. Tres pacientes fueron diagnosticados de neoplasia durante su estancia en UCI. De los 29 pacientes analizados, el 70% eran hombres (n = 19). La edad media fue 72,5 años (DE 14), en los oncológicos 68,9 años (DE 10,4) y en los no oncológicos 75,2 años (DE 10,6). La causa más frecuente de ingreso en UCI fue infección, en un 38,5% de los casos, patología cardiaca en un 26,9% y problemas respiratorios en un 15,3%. La estancia media de los pacientes en UCI fue 13,9 días (DE 13). En cuanto al tipo de alta, el 84% de los pacientes fallecieron en la UCP, el 11,5% de los pacientes fue alta a domicilio y un paciente (3,8%) fue derivado a centro de media estancia. De los pacientes fallecidos en UCP, el 33% precisó sedación, siendo el motivo más frecuente de la misma la disnea.
Discusión: Solamente diez pacientes tenían diagnóstico oncológico previo. De ellos, la mayoría se encontraba en estadios iniciales de la enfermedad, con una estimación a priori, de supervivencia larga. Tres pacientes, se diagnosticaron durante su estancia en UCI. La mayoría de los pacientes fueron hombres y la edad media fue significativamente mayor en los pacientes no oncológicos.
Conclusiones: Nos encontramos ante una situación que puede ser cada día más frecuente. Los pacientes con patologías crónicas no oncológicas, en situación de reagudización y cuando el compromiso vital es importante pueden verse ingresados en la UCI. Cuando se constata una evolución tórpida, en estos pacientes de enfermedad avanzada, se abre la posibilidad a limitar el esfuerzo terapéutico e iniciar una atención paliativa que garantice el control de los síntomas y una calidad de vida y con muchas posibilidades, calidad de muerte. Siempre y cuando el paciente, la familia y los facultativos estén de acuerdo.