1038 - INFLUENCIA DE LA PANDEMIA DE COVID-19 EN EL PERFIL DE PACIENTES CON NEOPLASIAS EN EL SERVICIO DE MEDICINA INTERNA
Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. Las Palmas de Gran Canaria.
Objetivos: Conocer las diferencias entre los pacientes hospitalizados en medicina interna diagnosticados de cáncer en 2019 y los diagnosticados en 2020.
Métodos: Estudio observacional retrospectivo de los pacientes diagnosticados de cáncer durante su ingreso en un servicio de Medicina Interna de un hospital de tercer nivel en 2019-2020, comparándose los diagnosticados en 2019 con los de 2020, año marcado por la pandemia COVID-19. La hipótesis inicial era que en 2020 podrían haberse diagnosticado un número mayor de neoplasias y en estadios más avanzados, por retraso en la asistencia médica por el confinamiento. Se recogieron los diagnósticos y el estadio tumoral, el sexo, la fecha del ingreso, las comorbilidades, los hábitos tóxicos, la situación basal (índice de Barthel y deterioro cognitivo) y el apoyo sociofamiliar, así como escalas pronósticas (índice de Charlson, Índice Pronóstico Paliativo (PPI), Instrumento Diagnóstico de la Complejidad en Cuidados Paliativos (IDC-Pal) y ECOG). Se recogieron las características y duración de la sintomatología, el destino al alta, el fallecimiento a corto y largo plazo y la existencia de un documento de voluntades anticipadas. Se compararon las variables categóricas con el año de ingreso utilizando las pruebas de chi-cuadrado y F-Fisher, y se compararon las variables continuas con las pruebas t-Student y U-Mann-Whitney, en función de si cumplían normalidad o no. Se realizó un análisis multivariante utilizando la Regresión de Cox por estratos 2019-2020.
Resultados: Se diagnosticó de neoplasia un total de 185 pacientes, 91 (49,2%) en 2019 y 94 (50,8%) en 2020. El 61,6% fueron varones. Los pacientes de 2020 presentaron más dolor (67%; p = 0,037; OR 1,90 (1,05-3,45)), edemas (24,5%; p = 0,021; OR 2,62 (1,17-5,89)) y anemia (51,1%; p = 0,002; OR 2,76 (1,49-5,08)) respecto al 2019, así como mayor proporción de ECOG > 1 (70,2%; p = 0,001; OR 4,14 (2,24-7,66)), de escala PPI > 6 (21,3%; p = 0,012; OR 3,24 (1,30-8,10)), de estadio tumoral III (19,3%; p = 0,038; OR 3,07 (1,13-8,28)), y mayor riesgo de exitus intrahospitalario (22,3%; p = 0,049; OR 2,33 (1,03-5,27)). Además, los diagnosticados en 2019 tenían cuidador (82%; p = 0,001, OR 3,86 (1,94-7,69)) y recibieron sedación paliativa durante el ingreso (29,7%; p = 0,006; OR 2,88 (1,36-6,14)) en mayor medida que los de 2020, significativamente. Ser diagnosticado en 2020 se asoció con mayor escala de PPI (p = 0,016). En el análisis multivariante, se objetivó mayor riesgo de mortalidad en aquellos con neoplasia de origen desconocido (HR 5,468 (IC95% 2,300-13,002); p < 0,001), IDC PAL de elevada complejidad (HR 7,847 (IC95% 3,425-17,976); p < 0,001); y menor riesgo en aquellos derivados a oncología (HR 0,063 (IC95% 0,012-0,271); p < 0,001), permaneciendo la supervivencia superior en los diagnosticados en 2019 respecto a 2020.
Discusión: La prevalencia de hospitalizaciones con diagnóstico de cáncer fue similar en 2019 y 2020; pero los pacientes de 2020 presentaban peor calidad de vida, peores índices pronósticos y fallecieron más intrahospitalariamente. Se demostró una mayor mortalidad si se trataba de una neoplasia de origen desconocido o tenían IDC PAL de alta complejidad.
Conclusiones: Durante la pandemia no se detectó mayor número de neoplasias, pero asociaron mayor mortalidad.