EA-119 - TRATAMIENTO CON OCTREÓTIDO EN PACIENTES CON ANEMIA SECUNDARIA A MALFORMACIONES VASCULARES GASTROINTESTINALES
1Medicina Interna. Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. Santiago de Compostela (A Coruña). 2Oncología. Hospital Povisa S.A. Vigo (Pontevedra).
Objetivos: Analizar las características de pacientes con malformaciones vasculares intestinales tratados con octreótido, comparándolos con aquellos que recibieron un tratamiento convencional, para identificar diferencias en cuanto a mortalidad y necesidades trasfusionales y asistenciales.
Material y métodos: Estudio retrospectivo en el cual fueron incluidos pacientes con anemia secundaria a malformaciones vasculares gastrointestinales tratados en Hospital de Día de Medicina Interna, entre el 01/01/2012 y el 31/12/2016. Fueron distribuidos en dos grupos según hubiesen recibido o no octreótido. Se recogieron variables epidemiológicas, clínicas y analíticas, y se realizó un análisis descriptivo y univariante.
Resultados: Se incluyeron 23 pacientes que corresponden al 8,74% de los pacientes seguidos por anemia; 11 recibieron octreótido, los otros 12 formaron el grupo control. Un 56,5% fueron varones. La edad media fue de 78 años y la hemoglobina media de 8,3 g/dl. Un 60,8% de los pacientes presentaron angiodisplasias, un 26,1% ectasia gástrica y 13,1% sangrado digestivo de origen oscuro. El 21,7% fueron derivados de planta, otro 21,7% de consultas de Medicina Interna, un 13% de otras consultas, un 17,4% de Urgencias y un 13% de Atención Primaria. Como comorbilidades presentaron: HTA (82,6%), FA (56,5%), insuficiencia cardiaca (56,5%) e insuficiencia renal crónica (39,1%). Un 87% recibió IBP, un 39,1%, antiagregantes, un 30,4% anticoagulantes, otro 30,4% heparina de bajo peso molecular, un 21,7% corticoides y un 17,4% AINEs. El 65,2% recibió al menos una trasfusión sanguínea en su seguimiento, el 60,9% fue tratado con hierro sacarosa y el 43,5% con hierro carboximaltosa, y el 73,9% recibió hierro oral. Cuatro pacientes recibieron además talidomida, tres de ellos en el brazo de octreótido. La mortalidad fue del 34,8% (esta cifra desciende al 27,3% en los pacientes tratados con octreótido) y la media de los niveles de hemoglobina aumentó 2,07 g/dl (2,58 g/dl en el grupo de octreótido). Un año después del inicio del tratamiento, descendieron: el número de ingresos (en el 43,5% de los pacientes), trasfusiones (39,1%) y asistencias a Urgencias (52,2%); cifras que fueron superiores en el grupo del octreótido (54,5%, 45,5% y 54,5% respectivamente).
Discusión: La anemia ferropénica, entidad que afecta al 6% de la población general, es uno de los principales retos del internista en su práctica clínica diaria. Pudiendo ser secundaria a múltiples etiologías, las malformaciones vasculares intestinales juegan un papel importante en nuestra muestra. Los casos de difícil manejo fueron tratados con terapias novedosas de las cuales se vieron beneficiados nuestros pacientes, de las cuales el octreótido fue la primera opción, y la talidomida se reservó para casos de inadecuada tolerancia, o de difícil manejo con octreótido.
Conclusiones: Las malformaciones vasculares gastrointestinales son causa importante de anemia en ancianos. El octreótido ofrece resultados prometedores en la mortalidad y en los niveles de hemoglobina, y se ha relacionado con disminución en la demanda sanitaria, lo que repercute positivamente en la calidad de vida y en el ahorro sanitario. La talidomida también arroja datos esperanzadores, preconizándose como tratamiento de segunda línea.